Alumnas de Santo Tomás Viña del Mar y los Trabajos Voluntarios en Quillota: “Es fácil criticar sin ayudar, pero es muy distinto cuando vienes y puedes ver otras realidades”

Suyein Rifo y Yariksa Uribe, dos de las alumnas que oficiaron como coordinadoras en el voluntariado desarrollado en la Villa Antumapu, cuentan cómo fue su experiencia en esta tradicional actividad tomasina.

Los Trabajos Voluntarios de Invierno ya son pasado para los alumnos de Santo Tomás Viña del Mar. Fueron cinco días en la Villa Antumapu de Quillota en los que pudieron conocer la realidad cotidiana de dicho sector y el esfuerzo de los vecinos por mejorar sus condiciones de vida, pero también fue un periodo en el que pudieron descubrirse a sí mismos. El liderazgo, la empatía, el compañerismo y la solidaridad asomaron entre los estudiantes tomasinos como características personales que algunos no sabían que poseían.

Suyein Rifo y Yariksa Uribe pueden dar fe de ello. Desde su rol de coordinadoras de voluntariado, ambas tuvieron que asumir tareas diferentes a las típicas en este tipo de actividades. No solo trabajaron en los operativos, sino que se encargaron de atender las inquietudes de sus compañeros, buscar soluciones y generar consensos cuando era necesario.

Para Yariksa, estudiante de Técnico en Enfermería de Nivel Superior, estos fueron sus cuartos Trabajos Voluntarios en Santo Tomás, pero los primeros como coordinadora. “Fue muy distinto. Como voluntario uno solo llega y hace lo que los encargados ordenan, pero el encargado tiene que coordinar todo para que todos tengan lo que requieren. Es complicado ejercer como líder, sobre todo ahora que venían muchos voluntarios nuevos, que a veces llegan con otras expectativas y hay que mostrarles que las cosas se pueden hacer, pero no siempre como ellos quieren”, dice.

Suyein, alumna de primer año de Enfermería, vivió en Quillota sus segundos Trabajos Voluntarios, ya que en el verano participó en los de Monte Patria, en los que se inscribió apenas se matriculó: “quería probar la experiencia, vi el anuncio en el Facebook de DAE, postulé por si acaso y me llamaron. Pensé ‘si la U está ofreciendo esta oportunidad, hay que aprovechar’. Fui, lo pasé genial y conocí muchas personas, entonces dije que en los Trabajos de Invierno tenía que estar”.

Claro que en ese momento no imaginaba que ahora en Quillota le tocaría actuar como coordinadora. Y al igual que su amiga, señala que la responsabilidad es diferente. “Yo había tenido una sola experiencia como voluntaria, y es diferente, uno se relaja, en cambio como encargada hay que estar buscándole solución a todos los problemas que aparecen, tratar de darle en el gusto a todos. Es desgastador, pero nos dimos cuenta que los compañeros se fueron contentos”, asegura.

Motivación en Villa Antumapu de Quillota

Durante los días en que los alumnos de Santo Tomás trabajaron en la Villa Antumapu, notaron las reacciones antagónicas de la comunidad. Algunos los felicitaban por su compromiso, pero otros les decían que su esfuerzo era en vano, que en una semana todo iba a estar igual que antes de su intervención.

“Eso hacía dudar a los chicos, sobre todo a los que eran voluntarios por primera vez, pero nosotros les decíamos que no tenían que desmotivarse, que eso es lo que puede pasar en todos lados. De hecho, después la gente igual agradecía cuando sus hijos podían salir a la plaza y disfrutar de lo que se había hecho”, recuerda Yariksa.

“Tuvimos ayuda de Guillermo, que es de un grupo solidario de Quillota que se llama Creando Alegrías, y que vino con un grupo de gente que nos apoyó mucho. Vinieron todos los días, se quedaban hasta tarde, nos contaban sus experiencias. Eso sirvió para que los chicos se dieran cuenta que quizás no es mucho lo que hay que hacer en infraestructura, sino que se trata más de impulsar un cambio social. Por ejemplo, cuando terminaron de trabajar en la plaza, los chiquillos se dieron cuenta que los mismos vecinos salían a limpiar. Otros niños también nos decían que iban a cuidar la plaza porque vieron que las cosas quedaron bonitas”, agrega Suyein.

Trabajos Voluntarios recomendables para todos

Finalizados los Trabajos Voluntarios de Invierno, ambas coinciden en declararse “agotadas, pero felices” tras la experiencia. Yariksa dice que “siempre le cuento a mis compañeros la experiencia del voluntariado para que se entusiasmen y vean otras realidades. Es muy distinto cuando lo vives. Por ejemplo, hay niños que quizás cuando grandes andan robando y uno los juzga, pero en los voluntariados uno se da cuenta que esa realidad partió mucho antes para ellos, entonces no es bueno juzgarlos tan a la ligera”. Suyein agrega que “es fácil criticar sin ayudar, en cambio acá los chiquillos vieron la realidad misma”.

“Participar en los Trabajos Voluntarios es recomendable para todos, pero especialmente para aquellas carreras que tienen más contacto con la gente, como Técnico en Enfermería, Trabajo Social, Enfermería. Es primordial tener la oportunidad de vivir esto no solo para la carrera, sino para la vida misma”, cierran.