Eduardo Quinteros

Director de Asuntos Estudiantiles

 

 

En estos días donde existen días para todo, vemos con una mirada crítica los distintos festejos que se realizan.

Desde el Día de la Tierra en adelante, han ido apareciendo festividades y reconocimientos con distintos fines, sin embargo, del que la mayoría tiene memoria es el del Día de Alumno, ese día del año donde se paraban las clases, se congelaban las pizarras y realizábamos un “compartir” con nuestros compañeros y profesores, celebración que aún existe al día de hoy.

¿Pero sabemos qué se celebra realmente en el Día del Alumno?… la verdad es que es desconocido por muchos, y más relevante que la celebración en sí misma es el origen de nombrar el 11 de mayo como “Día del Alumno” o antiguamente llamado “Día del Estudiante o de la Primavera”.

La celebración en sí hace memoria al día en que se decretó que los estudiantes secundarios pudiesen realizar organizaciones estudiantiles o contar con representación estudiantil reconocida por los establecimientos educacionales.  Y no estamos hablando de una efeméride, sino que esto recién fue aprobado como decreto hace 27 años en nuestro país (1990).

En la actualidad la importancia de contar con representación de parte de nuestros estudiantes u organizaciones estudiantiles propiamente tal es casi una necesidad, un valor agregado a la gestión que desarrollan las instituciones tanto secundarias como de educación superior.

La representación estudiantil cumple un rol fundamental en el buen desarrollo de una carrera o institución y no sólo eso, es también quien nos ayuda a observar de manera total los procesos y realidades que se enfrentan día a día. Es por ello que en nuestro caso particular como Santo Tomás, los valoramos y apoyamos en relación a su conformación y el trabajo conjunto que ellos desempeñan con la institución. Sin embargo también les exigimos, ya que deben entender quienes desempeñan este importante rol, que cumplen una tremenda responsabilidad, la de representar a sus compañeros y carrera y levantar temas en pro del buen desarrollo de ambos.

En la actualidad ser partícipe de estas instancias nos deja un sello particular, que nos identifica con nuestra alma mater y además nos aporta en nuestra formación, muchas veces entregando a los estudiantes herramientas y habilidades que en otro contexto no podría encontrar, construyendo así un perfil de profesional distinto, único, con características destacadas no sólo en lo profesional, sino que también en sus capacidades de liderazgo y trabajo en equipo.

Quizás como reflexión a todo esto, entender que no son un ente crítico, sino que son un compañero, un aliado estratégico que desde su punto de vista y sus ganas por querer mejorar, siempre será un aporte para su institución y en un futuro, por qué no, para nuestro país.

Feliz Día del Alumno para nuestros estudiantes.

 

 

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