OTL Universidad Santo Tomás:

OTL: de la generación de conocimiento a la innovación

A poco más de un año de su creación, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) UST se encuentra en su segunda fase, que busca consolidar sus procesos de transferencia y fortalecer las relaciones con los investigadores del plantel.

Tras la necesidad de identificar y sistematizar las acciones que se realizan respecto de la transferencia tecnológica en la comunidad académica, y gracias al cofinanciamiento de CORFO, a fines de 2015 la Universidad Santo Tomás constituyó su Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), perteneciente a la Dirección de Investigación Aplicada e Innovación de esa casa de estudios, y con un claro objetivo: apoyar y promover tanto la protección de las invenciones como su aplicación comercial en el entorno social e industrial del país.

    A más de un año de su puesta en marcha, el proyecto ha debido enfrentar grandes desafíos a nivel interno como externo, al tener que responder a las necesidades propias del medio y a las de una institución con fuerte presencia nacional, que incorpora de manera permanente actividades de investigación aplicada e innovación mediante la labor de sus académicos y diez centros desplegados a lo largo del país.

Acciones realizadas por la OTL UST

En su etapa de creación e implementación, la OTL UST desarrolló una serie de acciones, entre ellas, la creación del primer portafolio de innovaciones del plantel, al igual que nuevos reglamentos — próximos a ser promulgados—para la propiedad intelectual y la transferencia tecnológica que están orientados no solo a responder a una necesidad de este sistema, sino que también para establecer relaciones de una manera clara con todos los investigadores y quienes participen en los procesos de transferencia tecnológica.

“Las normativas no solo fueron diseñadas desde el punto de vista reglamentario, sino que también para entregar información importante a nuestros investigadores, definir conceptos, y además mostrar cuáles son los incentivos del investigador y qué beneficios va a tener si se sigue en el camino del patentamiento y la trasferencia tecnológica, por ejemplo”, precisa Paula Aguilar, directora de la OTL Santo Tomás.

Por otro lado, con Bitwine esta oficina ya celebra su primera licencia con retribución comercial, software creado bajo el alero del programa FONDEF TIC-Edu de CONICYT, como una herramienta TIC para que estudiantes de escuelas técnicas e institutos profesionales adquieran competencias relacionadas con la operación de equipos enológicos y/o prácticas de vinificación.

A su vez, esta unidad logró establecer contratos tecnológicos con empresas y marcos de colaboración con instituciones I+D+i, entre ellas instituciones del sector agropecuario, proveedores de la minería y entidades desarrolladoras de soluciones tecnológica para la producción animal. De acuerdo con lo anterior, se creó el programa de Vinculación UST-Empresa que busca articular las distintas acciones de investigación e innovación de la academia con el medio externo empresarial, de manera de generar una relación virtuosa entre ambos.

Según explica Aguilar, la importancia de esta iniciativa es llegar al anhelo de la innovación de forma concreta, y poner el conocimiento a disposición del sistema productivo, logrando impactar en su competitividad y ser un aporte en la economía a nivel local y nacional.

“Hemos diseñado un reglamento de vinculación científico y tecnológico con la industria, que es bastante innovador dentro del sistema de transferencia tecnológica.  Imperiosamente tenemos que crecer en investigación orientada a la industria y a las necesidades locales, y lo debemos hacer de manera transparente, regulada y también con un ánimo de fomentar la generación de nuevas iniciativas”, señala la directora de la unidad.

Segunda Etapa

Actualmente la OTL UST se encuentra postulando a una segunda etapa para la consolidación de los procesos iniciados durante su fase de formación, principalmente del programa Vinculación UST-Empresa, el fortalecimiento de los procedimientos para la transferencia tecnológica y de las relaciones a nivel de facultades, fundamentalmente con la Facultad de Ciencias y la de Recursos Naturales y Medicina Veterinaria de la UST.

“Hemos acordado con estas facultades que sean participes del proyecto como beneficiarios y como quienes proponen nuevas acciones a realizar al ser sus escuelas las principales fuentes que proveen de tecnología para nuestro portafolio”, expresa Paula Aguilar.

Dicho portafolio, desarrollado durante la primera parte del proyecto, se compone de las innovaciones propias de los académicos e investigadores de la casa de estudios. Sin embargo, subraya la directora, el desafío para esta segunda etapa es poder gestionarlo de manera adecuada a través de planes de marketing y la comercialización de cada una de las tecnologías que allí se encuentran identificadas. Para eso, se espera contar con la colaboración de entidades con amplia experiencia nacional e internacional con la finalidad de llegar a transferir de forma efectiva cada uno de esos resultados de investigación.