Investigadores de UST Santiago ganan Concurso de Fundación Copec-UC

Desarrollaron Biofungicida bacteriano para combatir naturalmente el hongo fitopatógeno Monilinia frutícola, el cual afecta hasta el 50% del proceso productivo de duraznos, nectarinos, damascos, ciruelos, cerezos y almendros.

El proyecto “Biofungicida bacteriano para control del hongo fitopatógeno Monilinia frutícola”, de académicos investigadores de la Universidad Santo Tomás Santiago, fue uno de los cinco ganadores del 14° Concurso Nacional de Proyectos de Desarrollo de Recursos Naturales convocado por Fundación Copec-UC.

El equipo liderado por el Dr. Miguel Castro, Académico del Departamento de Ciencias Básicas UST Santiago, se manifestó orgulloso de haber sido uno de los seleccionados, entre los cuales se premiaron a tres trabajos de la Pontificia Universidad Católica de Chile y uno del Dictuc.

“Es un orgullo, pero también es un gran desafío. Nos ganamos el proyecto, pero ahora tenemos que ejecutarlo de la mejor forma posible”, sostuvo el Dr. Castro, destacando el trabajo en equipo para lograrlo. “El grupo que tenemos es un 7. Desde el punto personal y profesional nos hemos llevado muy bien”.

Asimismo, aseguró que “todo esto se va complementado como la suma de distintas partes que te generan el estatus que tiene el proyecto ahora. En definitiva, hemos trabajado como un verdadero equipo y aquí están los resultados”, aseveró, haciendo referencia a la Dra. Claudia Reinoso, Docente del  Departamento de Ciencias Básicas, a la Biotecnóloga Josinna Barahona y a Javier Núñez, académico de la Escuela de Agronomía. Todos de UST Santiago.

El proyecto ganador                                                                         

Haber sido seleccionado entre uno de los cinco proyectos ganadores no es casualidad. El Dr. Castro explicó que su trabajo se desarrolló en “en base de un problema real. Hemos planteado una estrategia para abordarlo. El control actual para este hongo se realiza, prácticamente, con productos químicos. Actualmente, existe una tendencia del consumidor hacia productos lo menos intervenidos posible”.

“Este hongo afecta y genera pérdidas hasta en un 50% del proceso productivo de carozos (duraznos, nectarinos, damascos, ciruelos, cerezos y almendros) y nuestra propuesta generará un biofungicida que utiliza bacterias como principio activo y será evaluado en campos que han tenido problemas con el patógeno”.

La pudrición parda o Moniliasis producida por el hongo fitopatógeno Monilinia fructicola es una enfermedad que puede aparecer durante la pre y/o poscosecha. Está distribuida mundialmente y en Chile, desde noviembre del año 2014, se encuentra bajo control oficial por estar presente en gran parte del territorio nacional.

Su control actual está basado en el uso de fungicidas químicos, potencialmente tóxicos y de corta vida útil, debido a la frecuente aparición de cepas resistentes del hongo, lo que obliga a realizar aplicaciones más frecuentes de fungicidas para un control eficiente, lo que incrementa la cantidad de residuos químicos presentes en los frutos.

La voz de la experiencia en terreno

Para el Ingeniero Agrónomo Javier Núñez, Docente de la Escuela de Agronomía UST Santiago y parte del equipo ganador, “este hongo es importante, que obliga a aplicar 4 ó 5 veces más de pesticidas o productos químicos en la vida de frutales o carozos, principalmente duraznos. Entonces, qué mejor que este “remedio” con bacterias nativas, recolectadas desde el mismo campo chileno, que desarrollaron los muchachos de Ciencias Básicas para su control”.

“Estamos atacando un problema sin dañar el medioambiente con pesticidas. Este proyecto no genera daño al medioambiente ni al consumidor”.

El Profesor Núñez se manifestó “súper contento y orgulloso, porque creo ser un nexo entre la ciencia y, justamente, lo que busca ahora el proyecto, que es buscar soluciones en la realidad. Estamos desarrollando un producto comercial, pero a la vez una alternativa sustentable”.