El cultivo de algas, su repoblamiento y sus múltiples oportunidades

Proyecto de Ley recientemente aprobado establece sistema de bonificación para pescadores artesanales. Actividad acuícola genera más de 2.500 puestos de trabajo y exportaciones anuales cercanas a los 300 millones de dólares (PAR EXPLORA Los Lagos).

Las algas han sido utilizadas desde tiempos remotos como alimento humano, medicina popular, para el consumo animal y como fertilizante agrícola, así como para desarrollar la industria química, farmacéutica y los biocombustibles. Su cultivo se ha realizado desde hace varios siglos en las culturas orientales y sólo en los últimos 50 años se han establecido las bases científicas para su desarrollo.
Entre los países pioneros y líderes en el cultivo de algas a nivel mundial, se encuentran China y Japón; mientras que Filipinas e Indonesia están entre los principales productores de algas rojas. En esas latitudes las algas son consideradas amigables con el medio ambiente y fuente de sustento de las comunidades costeras.

¿Cuál es la realidad en nuestro país? En Chile existe una gran diversidad algal, con más de un 30% de especies endémicas. Las actividades industriales vinculadas a las algas generan más de 2.500 puestos formales de trabajo y exportaciones totales anuales cercanas a los 300 millones de dólares. El 90% de las algas extraídas, provienen de praderas naturales, a diferencia de lo ocurrido en el resto de los mercados mundiales, donde esta cifra es de apenas 10%.

Según datos del Comité de Productores de Algas Marinas (COPRAM) creado el año 2004 y perteneciente a la Sociedad Nacional de Pesca (SONAPESCA), “en Chile la industria alguera representa anualmente un volumen de 66.500 toneladas de algas secas (algas rojas y algas pardas) y del orden de 8.500 toneladas de extractos de algas refinadas (agar, carrageninas y alginatos)”.
Las pesquerías de algas, representan una creciente importancia económica y son una alternativa de desarrollo social. En nuestro país su recolección o extracción es realizada por más de 40.000 pescadores artesanales, a lo largo de los más de 4.000 kilómetros de costa, incluyendo en la mayoría de los casos a sus familias, las que dependen total o parcialmente de esta actividad primaria.

Repoblamiento y cultivo de algas en Chile

La Comisión Permanente de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados acaba de aprobar por 102 votos a favor el Proyecto de Ley que establece un sistema de bonificación para los pescadores artesanales, organizaciones de pescadores artesanales, micro y pequeñas empresas que realicen actividades de recuperación de la cobertura algal.
Para la Sociedad Chilena de Ficología (SOCHIFICO), “producir especies de algas en forma directa, se logrará a través de convenios de colaboración con Universidades y/o Centros de Investigación, públicos o privados que cuentan con infraestructura instalada para poder entregar a los pescadores directamente los insumos a cultivar, como se realiza en otras latitudes (Japón y China)”.
¿Pero en qué beneficia esta iniciativa a los pescadores artesanales? El repoblamiento permitirá al sector pesquero acceder a financiamiento estatal para cultivar y repoblar áreas marinas con algas altamente cotizadas en distintos mercados. El proyecto contempla mil 300 millones de gasto promedio anual, para la primera etapa que comprende cinco años, y más de mil 500 millones de gasto promedio anual, para los cinco años siguientes destinados a bonificación, gastos en personal, profesionales de apoyo, mobiliario y equipos.
Uno de los principales objetivos es convertir a los pescadores extractores en pescadores que siembren para cosechar, otorgando además un respaldo económico estatal que bonifica e incentiva el cultivo de algas. Además, se pretende contar con apoyo jurídico y asesoría técnica de profesionales, de manera que el pescador artesanal acceda a nuevas técnicas de plantación y cultivo.

Visión regional

En la Región de Los Lagos funciona -desde 2012- el Centro Acuícola y Pesquero de Investigación Aplicada (CAPIA) perteneciente a la Universidad Santo Tomás de Puerto Montt. La institución tiene como objetivo potenciar la investigación básica y aplicada.
Para Eduardo Bustos Rojas, Biólogo Marino de la Universidad de Concepción, Magíster en Acuicultura, Recursos, Impacto y Gestión de la Universidad de Génova y Director de CAPIA, “las algas son la base de la cadena, por lo tanto son utilizadas por todos los organismos, ya sea como alimentos o refugio. Además, aportan oxígeno a todo el sistema. Absorben excesos de nitrógeno y fósforo, por lo que se conocen como bio-remediadores, es decir son capaces de retornar un medio ambiente alterado por contaminantes a su condición natural”.
Hoy se han implementado planes de manejo en el norte de Chile para regular su extracción y actualmente se está trabajando en planes de manejo y explotación en áreas delimitadas (Áreas de manejo de recursos bentónicos – Amerb) y de libre acceso (ALA) en la Región de Los Lagos. “La alta demanda y los factores ambientales ponen en riesgo este recurso natural. Debido a lo anterior, y a su importancia en diferentes industrias además de los aportes que entrega al medio ambiente, es necesario cultivar y repoblar las algas”, concluye, Eduardo Bustos.
El repoblamiento de algas abre un abanico de oportunidades, ya que invita a un sector que hoy realiza principalmente extracción de este recurso, a poder sembrarlo y aspirar a darle permanencia en el tiempo. Diversificar la actividad acuícola y consolidar la industria de las algas, es el objetivo de la normativa que permitirá resguardar la sustentabilidad de este recurso, asegurando que sea una fuente permanente de ingreso para los pescadores artesanales y sus familias.