Trabajos Voluntarios de Invierno: Dar para recibir

Hace unas semanas atrás, los alumnos de Santo Tomás Puente Alto y la Región Metropolitana, participaron en los Trabajos Voluntarios de Invierno, los que se realizaron en Hualquén y en Hospital, cerca de Paine. Allí se realizaron intervenciones comunitarias que mejoraron la vida de las personas y seguramente reforzaron su esperanza y su confianza en el otro.

Esta invitación de Santo Tomás es sin duda fiel reflejo de los valores que mueven nuestra institución y en especial el valor que inspira el Tema Sello de este año: Excelencia y Esfuerzo.

Personalmente, me correspondió participar en la actividad de inicio de los trabajos. Mientras se les daban las indicaciones básicas, mínimas y prácticas para la semana que se avecinaba, yo miraba esas caras, esos gestos de entusiasmo, las bromas, la inquietud propia de muchachos que quieren partir a la actividad de inmediato, y me preguntaba ¿por qué?

¿Por qué este grupo de más de setenta alumnos estaba dispuesto a sacrificar sus vacaciones de invierno, en lugar de “carretear” con sus amigos? ¿Por qué pasar frío en la semana más helada del año, en vez de dormir hasta tarde y calentitos en sus camas? Entonces recordé mi propia experiencia en trabajos voluntarios cuando era un estudiante. Fue una semana que cambió mi vida. Y estoy seguro que cambió la de nuestros alumnos también. Y la marcó positivamente para siempre.

Nuestros alumnos no dudaron en esforzarse por otros, en trabajar duro para mejorar la calidad de vida de otros, en demostrar la excelente calidad de personas que son.

¿Por qué?  Porque dar es mejor que recibir, porque la verdadera forma de romper con el círculo de la pobreza y la soledad, es conociendo realidades distintas a nosotros y dándoles una mano, haciéndoles sentir que todos somos uno en el tejido del destino, bajo los ojos del Padre, y que lo que les afecta a ellos, nos afecta a todos. Ser un elemento de cambio en nuestra comunidad, en nuestro entorno y nuestras familias, resulta ser más que una opción, es una responsabilidad.

Martin Luther King escribió: “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. Estoy seguro que la semana que dedicaron nuestros alumnos a su comunidad, no fue en vano y que los marcará positivamente por el resto de sus vidas, porque a fin de cuentas, nuestra misión en la vida no es sólo ser profesionales de excelencia, sino también excelentes personas.