Trabajo Social en el medio empresarial

En este mundo globalizado al que nos vemos enfrentados día a día, es necesario ir reinventándose y actualizando los conocimientos de la profesión, teniendo como objetivo abrir nuevos campos laborales y áreas donde se hace fundamental el rol que cumple el trabajador /a social.

El enfoque social al interior de las empresas, para lograr implementar planes o programas que permitan desarrollar la profesión, ha sido difícil del lograr, pero en el transcurso del tiempo se ha demostrado el impacto significativo para toda una compañía, exponiendo las múltiples necesidades qué en el trabajo con personas, se van dando día a día.
¿Y por qué digo esto? por qué el rol que, como trabajadora social desempeño, es transversal a toda la compañía.

Como encargada de Bienestar y Beneficios he podido darme cuenta la necesidad profunda de la interrelación entre compañía y trabajadores /as, los múltiples roles que puedes desempeñar son significativos y valorables, sobre todo cuando la profesión y su formación teórico/práctica te permite desenvolverte como un agente de cambios potente al interior de la compañía.

El trabajo social al interior de la empresa es un desafío que encanta, que te reinventa y dinamiza día a día. Lo transversal del trabajo es un tema relevante al momento de ir abriendo caminos y nuevos espacios al interior de una compañía, los diversos enfoques que se pueden dar en las empresas, es el camino que hoy nos abrimos a recorrer, demostrando lo que la profesión nos permite, desde una mirada profesional, social, de construcción y productividad.

Lo que destaco fuertemente, como cambios positivos al interior del mundo privado, es el enfoque de género y Responsabilidad Social Empresarial que, si bien aún existen muchas brechas, es vital desde nuestra perspectiva profesional, visualizar y trabajar por ello en cualquier institución. La transversalización como proceso, permite valorar todas aquellas implicancias que tiene, tanto para hombres como para mujeres, las acciones que se planifiquen al interior de una compañía.

Asimismo, nos podemos dar cuenta de las distintas áreas en las que podemos intervenir y ejercer, y de la misma forma de los cambios organizacionales, la tecnología v/s lo individual etc., que te permiten preguntarte ¿hacia dónde vamos?, ¿qué es lo que queremos?, ¿tenemos con qué?, ¿lo lograremos?, y estas preguntas sólo las respondo con un: “Depende de MÍ”.

A modo de conclusión, el trabajo social al interior de la empresa es un mundo lleno de desafíos constantes, donde las personas y sus familias deben ser el centro de la labor que aún está iniciándose, pero que cada vez se hace más necesario.

Necesitamos trabajadores sociales empoderados en sus múltiples roles y funciones, trabajadores/as que impulsen sus motivaciones hacia un mejor desarrollo de las personas en el lugar y en el cargo que estén. No basta con el trabajo administrativo, el informe social, la ficha social, el carisma para la atención, entre tantas otras, no basta, ya que los esfuerzos deben estar puestos en nuestro desarrollo como persona y profesional, en demostrar lo capaces que somos de cambiar nuestro alrededor con aquellas habilidades blandas, con esa estructura casi de maestra, al momento de querer formar y enseñar a las personas. Reconocer las potencialidades de cada uno y su valor, es primordial en el quehacer de nuestra bella profesión.

Y finalmente cito a un autor cuya frase me ha permito aprender, enseñar, valorar y mantener una actitud positiva frente a la vida en todo ámbito:

“La felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace” Jean Paul Sartre.