El proceso de la innovación y las nuevas tecnologías ha ido en creciente aumento, y actualmente no se concibe un estado de crecimiento y un potencial de competitividad en las empresas sin éstos dos componentes.

Consideramos la innovación como un proceso de invención. Este proceso dependerá de lo útil que sea percibido por la sociedad.

Actualmente en la Región del Maule son muy pocas (por no decir escasas o nulas) las oportunidades en las que la comunidad puede acceder de manera directa a nuevas tecnologías.

Muchas veces observamos reportajes realizados en Santiago, donde a partir de encuentros masivos en grandes centros culturales, se exponen temas relevantes para el desarrollo del país, pero alejados en lo que respecta al acceso de muchos.

Para nosotros como institución de educación superior, fue bastante grato poder organizar la pasada Feria de Tecnología e Innovación, un proyecto educativo y cultural que generó una ventana hacia las nuevas tecnologías en el área de la ingeniería, específicamente, en sectores de la informática, Prevención de Riesgos, Agricultura, Administración y Construcción.

Un rol importante de las instituciones de educación superior es incorporar a la comunidad como actor del cambio.

Los cambios que todos esperamos de la sociedad, partiendo desde la mirada del conocimiento, se consiguen a partir de la integración de las personas, por lo que si ponemos gran atención a este importante capital (generando oportunidades de formación y desarrollo), nos generará nuevos profesionales, competentes con mayores oportunidades y con herramientas que impulsarán a las actuales y futuras organizaciones.

Aquellas instituciones de educación que son capaces de generar políticas de innovación y potenciar proyectos tecnológicos, son entes con protagonismo, y que persiguen mejorar el bienestar de la comunidad, así como gestionar un desarrollo incluyente.

En nuestra experiencia pasada, pudimos interactuar con empresas de distintas regiones y en lo particular con una de Brasil. Esta empresa nos manifestó que este tipo de iniciativas abiertas a la comunidad no son tan frecuentes como uno podría pensar. Si bien algunas casas de estudio lo realizan, estas iniciativas quedan cerradas a sus alumnos, lo que evita que nuevas tendencias o proyectos sean promovidos con la importancia que revisten.

No existen brechas en la innovación

Mucho se habla de las brechas existentes en la educación, pero nos podemos dar cuenta que en lo que respecta a la innovación, esto no existe. Sólo necesitamos nuevas ideas, potenciarlas y apoyarlas.

Las empresas requieren gestionar su tecnología y requieren crear nuevos proyectos de manera de asegurar su permanencia en el mercado.

Nuestra institución ha entendido esto y hoy muchas de nuestras áreas cuentan con consejos asesores, compuestos por empresas del sector productivo regional, quienes a partir de sus inquietudes nos permiten detectar nuevas necesidades del conocimiento, y así impulsar nuevas oportunidades de desarrollo académico, que aporten a la formación de los nuevos profesionales, capaces de apoyar a las organizaciones conforme a los nuevas tecnologías y mercados.

Esperamos el próximo año realizar la segunda versión de la feria, incorporando a más actores del sector productivo regional y nacional.