Siria y el intervencionismo en las relaciones internacionales

A propósito de la tragedia que actualmente sufre el pueblo sirio, es bueno recordar lo que han dicho grandes juristas como Andrés Bello, en relación con la intervención en los asuntos internos de los Estados. Bello señalaba hace más de 150 años que sólo circunstancias particulares de una naturaleza grave, de un peligro inminente y manifiesto, pueden justificarlas.

Agregaba que la intervención no puede justificarse por razón de justicia, ya que surge la cuestión de esclarecer quién debe determinar tales razones. Ello estará entregado a las naciones más poderosas en desmedro de las pequeñas. Para este jurista, invocar los grandes intereses de la justicia no es más que una excusa para ocultar los verdaderos intereses, muy distintos a los de la justicia y conveniencia de los pueblos.

Salvo excepciones justificadas, la intervención para Bello es una manifestación de abuso de la fuerza. Las razones que señala este autor para rechazar el intervencionismo son válidas en la actualidad y podríamos considerarlas principios atemporales. Hoy en día, salvo excepciones como la intervención de la comunidad internacional en Haití, la intervención se justifica por motivos determinados por la potencia interventora y el principal beneficiado es esta última en desmedro del Estado que la sufre.

Muchos ejemplos se pueden mencionar, como las intervenciones en el marco de la Guerra Fría de Estados Unidos en diversos Estados americanos o de la ex U.R.S.S. en Europa del Este.

El rechazo de Bello a la intervención se explica también por su desconfianza en la naturaleza humana. Recordando las sucesivas invasiones que ha sufrido el pueblo polaco a lo largo de su historia, manifestaba dicho autor que la opinión del mundo hace justicia, no lo negamos, pero un poco más tarde. El mundo ha hecho justicia a la despedazada Polonia: ¿Qué es de Polonia? ¿Qué han dado a ese pueblo heroico las simpatías del mundo? Un epitafio honroso. Luego, pudimos ver el mismo escenario para ese país en la Segunda Guerra Mundial.

¿Cómo reaccionaría Bello ante lo que está sucediendo en Siria cuya población, además de soportar una guerra civil, debe soportar que sea despedazada por la intervención militar de las potencias occidentales y de Rusia? Según datos entregados por el ACNUR, a octubre de 2015, el conflicto en Siria ha significado que más de 4 millones de sirios busquen refugio en países vecinos. Esta cifra da cuenta del horror que viven millones de personas que abandonan su hogar sin saber si volverán a su patria.

Al igual como sucedió con el pueblo polaco, hoy al pueblo sirio podremos confiar que la opinión pública mundial hará justicia, pero esta llegará tarde. No olvidemos tampoco que, como bien sostenía Bello, el pueblo que por sus propios esfuerzos no acierta a ser independiente y libre, difícilmente deberá estos bienes a la protección o intervención extranjera. Lo que está sucediendo con el pueblo y el Estado sirios es una demostración brutal de lo anteriormente dicho.