Salud física, mental y rendimiento académico en escolares chilenos ¿Tienen relación entre ellos?

¿Cuál es la realidad actual en Chile?

 En las últimas décadas, Chile ha sufrido un gran cambio demográfico y epidemiológico, que ha provocado un envejecimiento de la población y profundos cambios en su perfil nutricional. En cuanto a los hábitos de alimentación y de actividad física (AF), las familias han reemplazado el consumo de comidas caseras por el de comidas rápidas y de alimentos con alta concentración calórica, grasas saturadas y azúcares (especialmente bebidas gaseosas). Este tipo de alimentación queda muy lejos de las dietas saludables recomendadas (Ministerio de Salud de Chile (Minsal)) que incluyen diariamente 5 raciones de verduras y frutas de colores distintos, legumbres y pescados al menos 2 veces por semana.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de consumo alimentario el 95% de la población chilena no tiene una alimentación saludable. Además, cerca del 80% de la población no realiza AF regularmente (proporción mayor en mujeres) y los niños solo realizan la actividad asociada a la materia de educación física en la escuela, lo cual queda muy alejado del tiempo mínimo de 60 minutos diarios de AF recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para niños de 5-17 años. Con todo esto, tenemos una población sedentaria, que ha aumentado la prevalencia de malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad) y las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNTs). En la actualidad, Chile es el 6º país miembro con mayor malnutrición por exceso en menores de 6 años (34,4% hombres y 33,7% mujeres)

 

Malnutrición por exceso entre niños y niñas

Figura 1. Malnutrición por exceso entre niños y niñas, 2013.
Fuente: OECD.

A partir de esta edad, la prevalencia de malnutrición por exceso sufre un alza importante, llegando en escolares de 1º año básico a un 53,7% en niñas y un 53% en niños. Esta prevalencia es relativamente similar por género y aumenta ligeramente en la zona sur del país. La obesidad escolar está asociada a la obesidad adulta. Los niños y niñas tienen 5 y 9, respectivamente veces más posibilidades de convertirse en adultos obesos que los niños y niñas con normopeso. Las principales consecuencias de un escolar con malnutrición por exceso son la presencia de factores de riesgo cardiovascular, intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. La obesidad también se asocia a hipo-actividad, condición física baja, problemas psicológicos incluyendo sintomatología depresiva o ansiedad. Estudios previos han examinado la relación entre obesidad infantil y rendimiento académico (puntajes en test de matemáticas y lenguaje). Por ejemplo, Datar et al (2004) en una muestra representativa de más de 11.000 niños y niñas estadounidenses (4-5 años) detectaron que los niños con sobrepeso tenían puntajes más bajos en los test estandarizados de matemática y lenguaje que los niños con peso normal. Resultados similares comienzan a aparecer en muestras representativas de escolares chilenos al estudiar la relación entre la malnutrición por exceso, hábitos de salud y el rendimiento académico medido con test estandarizados. Sin embargo, son menos los estudios que analizan la relación entre el estado nutricional, la salud mental en edades infantiles. Hoy en día, según la bibliografía revisada, no tenemos conocimiento de ningún estudio previo en Chile en donde se analice estas relaciones en estudiantes de 1º y 2º año de enseñanza básica.

¿Qué se hizo?

 Sobre la base de lo expuesto, junto con un grupo de investigadores se publicó un artículo en la revista chilena de nutrición en junio de este año.

En dicho artículo, se aportaron dos estudios. El primero, tuvo como objetivo analizar y asociar el estado nutricional, el rendimiento escolar y la condición física en niños y niñas con normopeso y con malnutrición por exceso de 1º y 2º año básico y el segundo tuvo como objetivo establecer la relación de los parámetros nutricionales con variables de rendimiento escolar y condición física y, además, evaluar variables de salud mental, hábitos de ingesta alimentaria y actividad física.

Ambos estudios se realizaron en escolares de 1º y 2º año básico. El primero en 218 escolares (114 niños y 104 niñas) y el segundo en 58 (37 niños y 21 niñas). En ambos estudios, se obtuvieron parámetros antropométricos (peso, talla, IMC/edad), de condición física (test de sentarse pararse, salto horizontal a pies juntos, carrera de 12 metros) y de rendimiento académico (notas de matemáticas y lenguaje). Adicionalmente, en el 1º estudio se midió el perímetro de cintura (PC) y en el 2º hábitos de salud (hábitos de alimentación y nivel de actividad física) y sintomatología ansiosa (escala de ansiedad infantil de Spence).

¿Qué resultados encontramos?

 Encontramos que niños y niñas presentaron altos niveles de sobrepeso y obesidad (El 59,2% presentó malnutrición por exceso, de los cuales, 24,3% tenía sobrepeso (23,7% niños y 25,0% niñas) y el 34,9% eran obesos (36,0% niños y 33,7% niñas). En ambos estudios, y para ambos sexos, la prevalencia de obesidad fue mayor que la de sobrepeso, superando la prevalencia nacional (28,3% en hombres y 22,3% en mujeres).

En ambos estudios, los escolares que poseían mayores niveles de IMC/edad tenían peor condición física (más marcado en las niñas), dedicaron menos horas semanales a actividad física sistemática y comían más alimentos no saludables. Concordante con una gran cantidad de literatura previa tanto nacional como internacional.

No encontramos diferencias en rendimiento académico dado por la condición de estado nutricional o por género en ambos estudios.  Las medias de matemáticas y lenguaje fueron altas en todos los grupos (cercanos al 6,0 en una escala de 1,0 a 7,0) comparadas con las medias nacionales de centros educativos públicos (5,6), por lo que encontrar diferencias debido a un efecto techo, era poco probable; además, no se controlaron comorbilidades.

Por otro lado, las niñas con sobrepeso/obesidad presentaron menores niveles de ansiedad que las con normopeso, hecho que es divergente con estudios en humanos que han encontrado una asociación entre obesidad y patrones de consumo no saludables con altos niveles de ansiedad. Esto podría deberse a que las investigaciones que han detectado mayores niveles de ansiedad evaluaron mujeres adolescentes en tratamiento para bajar peso o adolescentes con diagnóstico de ansiedad generalizada o depresión mayor. En la misma línea, la ansiedad generada en la obesidad infantil podría ser explicada, en parte por la insatisfacción con la imagen corporal, hecho que se acrecienta en la pubertad y no es tan marcado en edades tan tempranas como las evaluadas en nuestro estudio.

Hasta la fecha no se encontraron estudios nacionales para comparar nuestros resultados, siendo el primero que estudia la relación entre los niveles de ansiedad y el estado nutricional de escolares tan jóvenes.

Si bien estos resultados revelan el actual estado nutricional, condición física, académica y mental de escolares de enseñanza básica, se necesitan más estudios para confirmar el alto grado de obesidad y sobrepeso detectado. En espera de futuros estudios, los resultados obtenidos podrían darnos luces del actual estado nutricional, de los hábitos de salud, de la condición física, académica y mental de las escolares de la provincia del Biobío, Chile.

 Referencias:

  1. Organization for Economic Co-operation and Development (OECD), Overweight and obesity among children, in Health at a Glance 2015: OECD Indicators, OECD Publishing, Paris. Francia. [Disponible en: [Available in: http://www.oecd-ilibrary.org/social-issues-migration-health/health-at-a-glance-2015_health_glance-2015-en] [Sought: February 2, 2016].
  2. Cigarroa I, Sarqui C, Palma D, Figueroa N, Castillo M, Zapata-Lamana R, Escorihuela R. Estado nutricional, condición física, rendimiento escolar, nivel de ansiedad y hábitos de salud en estudiantes de primaria de la provincia del Bio Bío (Chile): estudio transversal. Rev Chil Nutr Vol. 44, Nº 3, junio 2017.