Razones para prender los celulares en el aula

Por primera vez en Chile, un Tribunal de Familia, en este caso el de Calama, ha prohibido el uso de celulares en un establecimiento educacional, como respuesta a un hecho de ciberbullying que afectó la integridad de alumnos de octavo básico. Impedir el acceso de estos dispositivos no resuelve el problema de fondo, siendo necesario e imperante para esto una educación digital -desde las propias escuelas y hogares- con el fin de formar individuos con competencias informáticas en pos de una sana convivencia digital.

Las tecnologías en el aula también tienen un potencial educativo importante en el aprendizaje, por lo que la prohibición no puede ser siempre la respuesta. Restringir la entrada de los celulares y pantallas en las aulas aleja a los establecimientos educacionales del entorno tecnológico y mediático en que se desarrollan los alumnos y alumnas en este siglo. En este caso, este tipo de medidas tienden a que las instituciones educativas continúen funcionando como lo hacían en el siglo pasado, con docentes que detentan el saber y alumnos que adquieren conocimientos memorísticos.

Creemos que la escuela de hoy debe acompañar a los estudiantes en el desarrollo de habilidades de orden superior, que les permitan desenvolverse en un entorno tecnológico en constante cambio y adoptar una actitud crítica y reflexiva de sus usos y prácticas educativas. Si pensamos solo en prohibir en lugar de dialogar y acompañar, estas competencias las seguirán desarrollando solo quienes pertenezcan a familias con un mayor capital cultural, acrecentando las inequidades sociales ya existentes. Las pantallas y tecnologías en el aula pueden ser aliadas en el aprendizaje, siempre que tomemos el desafío de promover su uso responsable.