¿Puede el ejercicio contrarrestar una dieta poco saludable?

La prevalencia de sobrepeso y obesidad inducida por hábitos de vida poco saludables  está continuamente aumentando llegando a países como Estados unidos y México a superar el 30% de la población adulta. Desde el año 1995 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró una enfermedad y en la actualidad se considera una epidemia en los países occidentalizados tanto en adultos como en niños. En el último informe de la OECD, Chile se posiciona en el 9º lugar de los países miembros con mayor prevalencia de obesidad adulta (ver figura 1).

Estudios han asociado estrechamente la presencia de obesidad con la resistencia a la insulina y la inflamación renal, así como también con el desarrollo de la hipertensión, dislipidemia y la DM 2. Su presencia aumenta la incidencia de enfermedades vasculares ateroscleróticas, de ataques al corazón y del cáncer en el largo o mediano plazo. Para desarrollar herramientas para reducir este incremento no solamente hay que conocer los efectos metabólicos y fisiológicos de las dietas de consumo actuales, sino que también hay que entender sus efectos a nivel psicológico. ¿Qué papel puede juega el ejercicio físico en todo esto?

web grafico (Fig 1)

Nuestro grupo de investigación ha investigando, a través de un modelo animal, qué efectos tiene alimentarse a base de una dieta de cafetería (tocino, queso, queques, leche azucarada, etc.). Así, usando los mismos productos que gustan tanto a los humanos, podíamos inducir obesidad y síndrome metabólico (que es una combinación de alteraciones fisiológicas que pueden derivar en enfermedades vasculares y/o diabetes) en ratas.

En un estudio previo realizado en el INC de la Universidad Autónoma de Barcelona que fue publicado en el 2014 ya demostramos que, en ratas adolescentes hembras y machos, la dieta de cafetería era capaz de inducir síndrome metabólico. También comprobamos que tenía efectos sobre los niveles de ansiedad de los animales pero, contrariamente a lo que podríamos pensar, lo que hacía era reducir la ansiedad de los animales y hacerlos más sociables, sobre todo a las hembras.

Ahora lo que queríamos estudiar eran los efectos de esta dieta en una situación que implicara poner en marcha estrategias de afrontamiento frente a una situación de estrés. Es decir, conductas que requieran invertir un esfuerzo consciente para solucionar un problema altamente estresante. Pensamos que, además de inducir síndrome metabólico, la dieta de cafetería podría afectar la capacidad de los animales para afrontar estas situaciones y, a la vez, queríamos comprobar hasta qué punto el ejercicio físico aeróbico podía contrarrestar estos efectos.

 Para hacer estos experimentos, que han sido publicados este año en la revista PloS ONE, alimentábamos a base de dieta de cafetería a cuatro grupos de ratas hembras durante su adolescencia (durante 8 semanas) y a otros cuatro grupos los alimentábamos con una dieta de pienso (balanceada nutricionalmente). De los cuatro grupos de ratas que seguían la dieta de cafetería, a dos los hicimos correr: unas a una intensidad moderada y otras a una intensidad de moderada a intensa, y hicimos lo mismo con dos grupos de ratas alimentadas a base de pienso. Luego, a través de un test conductual llamado shuttle box, podíamos comparar los efectos de la dieta en la capacidad de afrontamiento de las ratas y ver si el ejercicio físico a dos intensidades podía contrarrestarlo.

Observamos que las ratas que seguían la dieta de cafetería y no hacían ejercicio físico reaccionaban menos eficientemente frente un estímulo aversivo (shuttle box). En cambio, las que seguían esta dieta pero hacían un ejercicio físico, principalmente los ejercitaban en forma intensa se comportaban como las que solamente comían pienso. Además el ejercicio físico intenso también fue capaz de revertir, en parte, el síndrome metabólico, disminuyendo los niveles de grasas y triglicéridos.

¿Qué pudimos concluir? Que la dieta de cafetería, además de ser nociva metabólicamente, a nivel de conducta dificulta las estrategias de enfrentamiento frente a situaciones estresantes. Pero que, por otro lado, el ejercicio aeróbico a intensidades moderadamente altas es capaz de revertir parcialmente estos efectos.

De cara al futuro, sería de gran interés saber cómo reacciona la dieta y el ejercicio en machos, así como seguir profundizando sobre los efectos cognitivo-conductuales del ejercicio aeróbico y las dietas cafetería.

Referencias

Cigarroa, I.; Lalanza, J.F.; Caimari, A.; de Bas, J.M.; Capdevila, Ll.; Arola, Ll.; Escorihuela, R.M. Treadmill Intervention Attenuates the Cafeteria Diet-Induced Impairment of Stress- Coping Strategies in Young Adult Female RatsPLoS ONE. 2016, vol. 11, num. 4, e0153687. doi: 10.1371/journal.pone.0153687.

Lalanza, J.F.; Caimari, A.; del Bas, J.M.; Torregrossa, D.; Cigarroa, I.; Pallàs M.; Capdevila, Ll.; Arola, Ll.; Escorihuela, R.M. Effects of post-weaning cafeteria diet in young rats: metabolic syndrome, reduced activity and less anxiety-like behaviourPloS ONE. 2014, vol. 9, num. 1, e85049. doi: 10.1371/journal.pone.0085049.