Como un verdadero balde de agua fría, y en pleno invierno, es percibido este Imacec de Abril de tan sólo 0,7%, muy por debajo de lo esperado por los más pesimistas del mercado.

Las cifras de los primeros meses auguraban un cierto mejoramiento de la economía, pero este Imacec eliminó cualquier expectativa de brote verde o punto de inflexión en los datos de la economía.

Esta situación, enmarcada en un contexto de inflación no del todo controlada (precio del dólar, precio del petróleo), hace presagiar un futuro complejo en materia de tasa de interés, toda vez que un alza en ella por parte del Banco Central generaría un bache adicional al crecimiento.

La autoridad económica, con fuerte baja en su popularidad, deberá reaccionar con medidas adicionales y concretas a favor del crecimiento ya que las cifras de empleo empiezan a ceder frente a la magra situación económica del país, lo que obviamente afecta los niveles de ingreso, de consumo, incluso de igualdad, concepto inspirador del programa de gobierno.