Este artículo forma parte del Newsletter:

La experta recomienda no desaprovechar estas fechas en las cuales los niños ya no sienten el estrés y la presión del colegio, lo que facilita su comprensión.

En pleno proceso de relajo miramos a nuestros niños con angustia de que estén pasando gran parte del día sentados mirando la televisión, navegando en internet o jugando videojuegos, es por esto que muchos padres nos reguntamos, ¿debería hacer que estudie?
Estas preocupaciones son normales, ya que muchos de ellos se han esforzado durante todo el año, por lo cual no sabemos si sería pertinente darles más tareas. Expertos indican que si los padres toman esta decisión, ya sea que se asigne alguna tarea o llevar a cabo alguna actividad en vacaciones, ésta debe poseer un sentido lúdico y no punitivo, pues castigarlos por no efectuar las acciones encomendadas lo único que provocará será un mayor rechazo frente al estudio.
En este sentido, debemos hacerlo con el fin de mantener el hábito de estudiar o desarrollar alguna competencia que no se logró en el transcurso del año anterior, por ejemplo, hacer ejercicios sencillos, uno o dos bastarían, podemos imprimir hojas de colores o actividades para pintar, ya que así la actividad sería mucho más atractiva.

Otro ejemplo sería comprar libros entretenidos para los niños, que puedan leer en vacaciones, de esta manera no se estancará el proceso de aprendizaje.

Por otro lado, no desaprovechemos estas fechas en las cuales ya no sienten el estrés y la presión del colegio, por lo cual facilitará su comprensión. Otra recomendación es mantener en esta temporada la flexibilidad y el horario en que deben estudiar, ya que estamos en época de altas temperaturas, por esta razón debemos balancear la cantidad y el tiempo asignado a la tarea. Se recomienda que se sólo hasta una hora, ya que la atención de un niño decae con actividades extensas y agotadoras. De todas maneras, debemos incluir paseos al parque y jugar, actividades que son mucho más valiosas que sólo sentarse a estudiar.