Entregamos información en la red y por nuestra propia voluntad

Es prácticamente imposible borrar nuestra información de la red, de alguna u otra forma siempre va aparecer en ella, con un poco de paciencia y tiempo en un buscador web podemos llevarnos (in)gratas sorpresas (los reto a googlear su nombre).

El precio de lo gratuito:

Una de las mayores lecciones que aprendí de mi padre corresponde a que absolutamente nada es gratis en este mundo, todo tiene un precio y no necesariamente lo pagamos en efectivo, sino que con lo más valioso que poseemos, nuestra información.

Las casillas de correo gratuitas, aplicaciones móviles, servicios de redes sociales, entre los que podemos citar, reúnen información de todo tipo, nuestro comportamiento al navegar, páginas que visitamos, búsquedas realizadas, tiempo de permanencia en los sitios un sinfín de información simplemente para transar con esos datos y pasar a ser un producto más para las grandes empresas.

En la imagen podemos ver la segmentación de una campaña publicitaria realizada en la mayor de las redes sociales, desde la edad, sexo, ubicación geográfica e incluso se puede segmentar por cuantas veces suben fotos las personas a la red, información que en reiteradas ocasiones entregamos sin siquiera saberlo. Ese es el precio que pagamos por aquellos servicios que nos muestran como gratuitos, con información suficiente para que después nos bombardeen con publicidad dirigida a nuestro perfil digital que han creado por mucho tiempo.

Usualmente nadie le toma importancia al mensaje “Recopilamos información de manera anónima para mejorar su experiencia de usuario”, ese mensaje usualmente (y nadie lee) sale en los términos y condiciones de servicio de la mayoría de plataformas y softwares.

Incluso aunque no estemos dentro de alguna cuenta o aplicación, el rastreo es posible por las cookies que almacenan los equipos personales e integraciones a redes sociales que realizan la mayoría de páginas web.

¿Se puede hacer algo?

Si, pero para muchos no es muy cómodo e involucra un cambio de paradigma al momento de usar un computador. Se deben usar alternativas que no realicen track (seguimiento) de nuestro comportamiento.

Por ejemplo, usar el buscador https://duckduckgo.com/, también usar navegadores que bloqueen el trackeo de información como el IceCat, que es un clon de Mozilla, pero bloquea todo el software de rastreo de información, incluyendo la publicidad de la mayoría de los sitios de internet, la versión 38.8.0 está disponible para Windows.