Se terminan las vacaciones y se reanudan las actividades cotidianas. Entre ellas, se encuentra el regreso al gimnasio, ligas deportivas y ejercicios al aire libre, entre muchas otras, pausado durante el periodo estival.

Según el principio de reversibilidad, el cese del entrenamiento acarrea una pérdida parcial o completa de las adaptaciones fisiológicas conseguidas con el entrenamiento regular, caracterizado por los cambios cardiorrespiratorios, metabólicos y musculares.

Por ejemplo, la capacidad aeróbica disminuye de un porcentaje del 5 al 15%, la fuerza muscular podría verse atenuada en un 10%, dependiendo del nivel de entrenamiento.

En este sentido, es importante considerar ciertas recomendaciones antes reiniciar la actividad física, ajustando nuevamente la dosificación del ejercicio generando una reevaluación, con el propósito de regular las cargas de trabajo, para iniciar las progresiones en intensidad y volumen del ejercicio, de menos a más. Además, se debe considerar una correcta hidratación, incorporar asesorías nutricionales y un profesional de la actividad física que prescriba el ejercicio.