No todos aprendemos de la misma manera, por lo que es muy importante identificar qué estilo de aprendizaje poseemos, y para eso existen test elaborados por el Instituto Chileno de Programación Neurolingüística que permiten determinarlo.

Seamos sinceros, ¿Cuántos de nuestros alumnos saben estudiar? Podemos decir que muy pocos, pero muchas veces esto no es a propósito, sino que se debe al desconocimiento de técnicas apropiadas para el desarrollo del aprendizaje. Para mejorar dichas falencias debemos saber: ¿cómo aprendemos? y ¿cuál es nuestro estilo de aprendizaje?, esto facilitará nuestra efectividad en el estudio.
En relación a este punto, necesitamos tener en consideración que nuestro cerebro está estructurado para aprender de manera progresiva. Muchos de nuestros estudiantes desconocen que debe haber un tiempo de descanso entre cada hora de estudio, ya que nuestra memoria tiende a debilitarse tras un periodo extendido. De acuerdo a esto, nuestro cerebro alcanza la concentración a modo de curvatura, la cual después de un tiempo de apogeo siempre tiende a la declinación.

Es por esta razón que estudiar el mismo día no servirá de mucho, ya que nuestra memoria sólo retendrá alrededor del 20% de la información leída, por lo que se recomienda planificar nuestro aprendizaje.

Por otra parte, debemos considerar que no todos aprendemos de la misma manera, en este sentido es muy importante identificar qué estilo de aprendizaje poseemos, y para eso existen test elaborados por el Instituto Chileno de Programación Neurolingüística que permiten determinar a cuál pertenecemos.
En primer lugar, y de mayor predominancia en la población general (alrededor de un 50%), es el estilo visual, es decir, aprendemos mirando y observando. Este tipo de personas tienen mayor capacidad de aprender a través de la visualización de imágenes, ya sea que poseen memoria fotográfica o recuerdan la figura exacta en su mente. En aquellos que predomina este estilo de aprendizaje se les recomiendan técnicas de estudio que se centren en la elaboración de esquemas, mapas conceptuales y gráficos.
En segundo lugar encontramos el estilo auditivo, el cual se caracteriza por la facultad de aprender de mejor manera escuchando o comentando la información con otros. Para este estilo sirve cómo técnica explicarle la información a familiares y compañeros o lecturas en voz alta, lo poseen un 20-30% de las personas.
Nuestro último estilo es el kinestésico, que lo posee alrededor de un 10-20% de la población en general, este estilo tiene como característica que se privilegia todo aquello que tiene que ver con el movimiento del cuerpo. Para aprender mejor a través de este tipo de aprendizaje es interactuando con el material educativo, es decir aprender en el hacer. Finalmente, podemos afirmar que conocer cómo aprendemos permitirá desarrollar de mejor manera nuestras potencialidades académicas.