Actualidad económica: desempleo, IPC e Imacec

El INE indicó que la cifra de desempleo para el trimestre marzo–mayo alcanzó el 7% a nivel nacional sobre las expectativas del mercado, 0,3 puntos porcentuales sobre el trimestre anterior y 0,2 puntos porcentuales sobre el mismo período del año anterior. Por lo mismo, y bajo cualquier punto de vista, la cifra es preocupante toda vez que el mercado laboral continúa reflejando los perjuicios del escaso crecimiento económico.

Si bien se trató en un inicio de minimizar los efectos de las políticas aplicadas por el actual gobierno, existe actualmente un consenso generalizado de que muchas de las reformas no sólo no han dado el resultado esperado en sus propias materias, sino que además han contribuido a generar un clima de incertidumbre que ha llevado a los inversionistas a postergar proyectos relevantes. El escenario laboral actual considera que no sólo se ha visto perjudicada la calidad del trabajo y de los puestos laborales, y la productividad de los mismos, sino que además la cantidad de trabajo disponible.

En relación al IPC de junio, éste marcó un negativo 0,4% registrando entonces una inflación para los últimos 12 meses de tan sólo 1,7%, bajo el rango meta del Banco Central. La inflación en nuestro país se encuentra controlada debido principalmente al tipo de cambio estable, los costos de la energía y la demanda interna, la cual se aprecia débil. Esta última variable indudablemente desalienta, toda vez que es la expresión del escaso crecimiento, el cual probablemente se encontrará cercano al 1,2% para fines de año. Esta situación debería fomentar una rebaja adicional en la tasa de interés en un 0,25%, probablemente para el mes de agosto. Si bien el Banco Central ha dejado ver que no es de su intención, al encontrarse la inflación bajo el rango meta y debido a la demanda interna como una de sus causales, es altamente probable que tal recorte acontezca.

Por último, el Imacec de mayo creció bajo las expectativas del mercado marcando sólo un 1,3%. Las expectativas para este segundo semestre son algo más auspiciosas, principalmente por las bajas bases de comparación en relación al año anterior. El país, y sus múltiples necesidades sociales, requiere lograr un crecimiento mayor a fin de dar suficiente presupuesto para lograr los propósitos en materia de salud, educación, vivienda, obras públicas, empleo, etc. Por lo mismo, y como nunca antes en nuestra historia reciente, el atributo “gestión económica” ha pasado a ser determinante en la pronunciación electoral de la ciudadanía, por lo que probablemente los candidatos presidenciales harán suficiente énfasis en esta variable si desean consolidar sus postulaciones.