Cómo abordar las enfermedades respiratorias

La llegada del invierno trae consigo condiciones climáticas diferentes, relacionadas con el frío y la humedad, por consiguiente invita a la proliferación de  microorganismos patógenos, que principalmente afectan nuestras vías respiratorias.

Nuestros cuerpos están colonizados por múltiples microorganismos y acostumbrados a un hábitat donde subsisten sin causarnos daños. Sin embargo cuando nos enfrentamos al  frío y a los cambios de temperatura, estos ascienden hacia cavidades donde puedan obtener esta calidez y continuar con su vida normal. Pero  nuestros órganos no acostumbrados a esta flora microbiana, reaccionan y nos produce irritación, tos, aumento de la mucosidad, estornudos y todo lo relacionado con síntomas de resfrío.

Una vez instalados estos síntomas debemos tener la precaución de  aumentar la ingesta de líquidos, permanecer en reposo, (no necesariamente en cama) y sobre todo evitar el sobre abrigo y habitaciones con exceso de temperatura, especialmente  en los dormitorios;  debido a que se  reseca el ambiente y aumenta la dificultad para respirar o transpiramos  demasiado y al cambiar de habitación o al salir al exterior nos enfrentamos a diferencias extremas de temperatura, lo que exige adaptación  fisiológica  rápida. Para estos cambios  fisiológicos en muchos casos no estamos preparados sobre todo en los menores, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o con baja inmunidad.

Aún en condiciones climáticas de invierno debemos ventilar las habitaciones y mantenerlas entre 16 y 21 grados y solo al momento de salir a la intemperie abrigarnos con una prenda gruesa y teniendo la  precaución de tapar los oídos y la nariz.

Las patologías respiratorias invernales casi siempre son virales, por lo que deberían evolucionar a los 3 o 4 días obteniendo mejoría; sin embargo si estas duran más de 72 horas o aparece dolor de oídos, fiebre, dificultad respiratoria, se hace necesario consultar al médico para que pueda realizar el diagnóstico, verificando además si se trata de una patología  viral o bacteriana para que indique el tratamiento adecuado.

En muchas ocasiones las personas para evitar riesgos de una patología más compleja se adelantan a utilizar antibióticos, lo que ciertamente no es recomendable si no los ha indicado el medico debido a que estos son específicos para algunas bacterias y no son efectivos para los virus.

Recomendaciones

Aumente la cantidad de líquidos a beber, manténgase en habitaciones que hayan sido ventiladas y con temperatura entre 16 y 21 grados, evite asistir a lugares con aglomeraciones de público para evitar contagio  y frente a síntomas de resfrió haga reposo en casa evitando enfriamientos y cambios bruscos de temperatura. Consulte al médico cuando hayan aparecido los síntomas de alerta fiebre, dolor de oídos o dificultad respiratoria.