La energía verde amenaza a la Región de Magallanes

El 2 de diciembre de 2021, el ministro de energía y minería de Chile anunció el proyecto de hidrógeno verde más grande del país, que se desarrollará en la Región de Magallanes, en el extremo sur de Chile. El proyecto está destinado a ayudar a alcanzar el objetivo declarado de Chile de generar 25 GW de hidrógeno verde para 2030. Sin embargo, el entusiasmo por los proyectos de energía limpia oscurece sus impactos ambientales y culturales.

A pesar de los beneficios potenciales, la gran escala de este megaproyecto de hidrógeno verde, en particular sus parques eólicos, podría tener un efecto enorme tanto en los procesos ecológicos como en el paisaje circundante. San Gregorio y Tierra del Fuego forman parte de importantes rutas migratorias de aves amenazadas como canquén colorado, el playero rojizo y el chorlo magallánico (5), que sobrevuelan la Patagonia rumbo a sus zonas australes de migración. La sustitución de la ganadería ovina por plantas de generación eólica supone también un profundo cambio cultural, comparable a los cambios que supuso la llegada de inmigrantes europeos y habitantes del archipiélago de Chiloé y el posterior desarrollo de la ganadería ovina en Magallanes a finales del siglo XIX, que reconfiguraron las relaciones sociales y el uso del suelo en la región (6, 7).

Estimaciones preliminares basadas en un proyecto piloto en Punta Arenas (3) sugieren que el megaproyecto podría llegar a unos 2900 aerogeneradores instalados para 2027, ocupando un área de al menos 150.000 hectáreas. Este podría representar un aumento del 320% en la capacidad de generación eólica de Chile y representaría el 1,35% de la energía eólica instalada en el mundo [relativo a datos de 2021 (8)]. Estudios recientes en Chile central muestran una tasa de colisiones de aves de 0,6 a 1,8 por aerogenerador por año (3). Escalando esto a la magnitud del proyecto planificado de Magallanes podría generar entre 1740 y 5220 colisiones de aves por año. Sin embargo, esta estimación no considera que la Región de Magallanes es un área de migración de alrededor de 43 especies de aves, incluidas Passeriformes, Charadriiformes y Strigiformes (5, 9), lo que probablemente aumentaría estos números.

Los estudios de impacto ambiental de estos proyectos deben tomar en cuenta el alto valor natural de este paisaje, con áreas protegidas como el Parque Nacional Torres del Paine, el Parque Nacional Pali Aike y el sitio Ramsar y Santuario de la Naturaleza Bahía Lomas (10). De lo contrario, el desarrollo de megaproyectos de energía limpia podría convertirse en otro ejemplo de desarrollo extractivista (11), que exportaría un producto (hidrógeno verde) a Europa y Asia y generaría cambios potencialmente irreversibles en el medio ambiente y la cultura locales.

Carta originalmente publicada en la Revista Science con el título «Green energy threatens Chile’s Magallanes Region» y co-escrita por los siguientes investigadores: Heraldo V. Norambuena1, Fabio A. Labra2, Ricardo Matus1,3, Humberto Gómez4, Diego Luna-Quevedo5, Carmen Espoz1
1Centro Bahía Lomas, Facultad de Ciencias, Universidad Santo Tomás, Chile. 2Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático, Facultad de Ciencias, Universidad Santo Tomás, Santiago, Chile. 3Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura, Punta Arenas, Chile. 4Agrupación Ecológica Patagónica, Punta Arenas, Chile. 5Western Hemisphere Shorebird Reserve Network Executive Office–Manomet.
Crédito de foto: Antonio Larrea