Cómo facilitar la cooperación universidad – empresa en el sector agroalimentario de la región de Coquimbo (1ª parte)

En las últimas dos décadas la economía chilena ha presentado importantes cambios. El marco del proceso de estabilización y apertura, junto con el impacto de la internacionalización y la globalización, han abierto un espacio de reflexión sobre los desafíos que enfrenta el país en materia de sus relaciones económicas y sociales, de sus ventajas competitivas y de su inserción externa.

Al mismo tiempo, el surgimiento de nuevos paradigmas tecnológicos y los cambios en la producción e innovaciones en las modalidades organizativas, están redefiniendo el contexto de actuación y el proceso de competencia de las empresas y de los agentes económicos. En este nuevo contexto, caracterizado por mercados más volátiles, segmentación de la demanda y cambios en el concepto de eficiencia, ha aumentado el nivel de incertidumbre estratégica en el que deben actuar las empresas.

De esta forma no sólo los elementos macroeconómicos inciden en la competitividad de las empresas (como el nivel de las tasas de interés o la política arancelaria), sino que también aquellos elementos meso económicos como lo son las instituciones y organizaciones que constituyen el entorno externo próximo a las empresas (Esser et al., 1996).

Por ello cobra importancia y especial significado el ambiente, el entorno institucional de apoyo a las empresas y el importante rol que estos juegan en el desarrollo de las capacidades competitivas y el desarrollo de innovaciones. Esto otorga relevancia a los factores que se materializan en el territorio como también el conjunto de relaciones entre Universidad – Empresa – Gobierno (Camagni, 1991; Boisier, 1995; Alburquerque, 1999),

Dentro de la amplia concepción de la competitividad espacial y territorial se destacan la vinculación entre distintos actores como un eje esencial para desarrollar innovaciones que permitan mejorar la competitividad empresarial y sectorial; enfoques que relacionan y vinculan entre los actores (Universidad – Empresa – Gobierno) dentro de los que se pueden identificar en la literatura: modelo del triángulo de Sábato y Botana (1968), los sistemas de innovación (Freeman, 1987; Lundvall, 1988), los clusters (Rosenfeld, 1997; Porter, 1998) y la triple hélice (Etzkowitz y Leydesdorff, 1995).