Recientemente hemos conocido como el proceso de eutrofización de la Laguna de Aculeo ha producido la mortandad de cientos de individuos de la especie Cyprinus carpio, o carpa común.

La carpa es solo una de las 42 especies de especies exóticas descritas para nuestros sistemas acuáticos continentales. Estas especies exóticas incluyen especies como la tortuga de orejas rojas, el luchecillo, o peces no salmónidos como las distintas especies de bagre.

Aunque pueden parecer atractivas como mascotas, o suscitar interés como potenciales recursos para la pesca recreativa o la acuicultura, las especies exóticas acarrean profundos impactos sobre los ecosistemas naturales. Ello ya sea por su efecto como depredadores o por interacción competitiva con las distintas especies nativas.

Así, el deterioro de la Laguna de Aculeo contextualiza dos aspectos del impacto antropogénico sobre los cuerpos de agua de Chile continental. Primero, el aporte de nutrientes debido cambio de uso de suelo que lleva a la  eutrofización, y segundo,  el uso que se le da a estos cuerpos de agua introduciendo especies no-nativas.

Hoy más que nunca, cuando los efectos del cambio climático se han vuelto cada vez más evidentes, se hace necesario que entendamos la enorme responsabilidad de nuestra sociedad en salvaguardar y conservar los ecosistemas naturales en que vivimos, haciéndonos cargo de nuestra responsabilidad en la gestión y manejo de estos ecosistemas, particularmente de las especies invasoras.