FACILITADORA INTERCULTURAL DE LA DEFENSORÍA PENAL PUBLICA, ÁNGELA MORA

“Recién en 2017 tenemos la primera mapuche electa como Diputada”

En un seminario enmarcado dentro del Día Internacional de la Mujer, realizado en dependencias de Santo Tomás Los Ángeles, Morales expuso sobre lo que significa ser mujer mapuche en el Siglo XXI.

Marzo es el mes que conmemora la reivindicación de igualdad de derechos de las mujeres, luego de que cientos de ellas murieran al interior de una fábrica de textiles el 8 de marzo de 1857, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

En Chile, son muchísimas las que luchan -a diario- por conseguir igualdad de condiciones frente a los hombres, en los diversos aspectos de la vida cotidiana.

En este contexto, tras la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Asociación de Magistrados de Biobío y Arauco, en conjunto con la Escuela de Derecho de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, llevaron a cabo un especial seminario, donde se abordaron diferentes temáticas de orden social relacionadas al género femenino; tal como “Ser mujer Mapuche en el siglo XXI”, a cargo de la facilitadora intercultural de la Defensoría Penal Pública, Ángela Morales Carimán.

Población indígena en cifras

En su intervención, Morales no sólo abordó la realidad en la que están inmersas, sino que, además, mencionó cuáles son los principales cambios que han experimentado a lo largo de los años.

En esta línea, según datos entregados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reveló que la población indígena en el mundo representa menos del 5%, existiendo una gran diversidad de etnias y alrededor de siete mil lenguas diferentes. Pese a ello, “se encuentran dentro de la población más desfavorecida y vulnerable, correspondiente al 15% más pobre”.

Asimismo, Morales también dio a conocer la realidad que viven los pueblos indígenas en América Latina, especialmente, en temas de género, donde las mujeres continúan en desventaja respecto a los hombres.

“La mujer sigue siendo más vulnerable y con una situación de pobreza más extrema. En Chile, de acuerdo con el Censo 2002, el 4,6% de la población declaró pertenecer a uno de los ocho pueblos indígenas que consideró esta medición. Uno de los factores más relevantes respecto de la educación es que el 60,6% de los niveles de analfabetismo sobre 10 años de personas indígenas, corresponden a mujeres, versus el 39,4% de los hombres”, detalló la profesional.

Como mujer de la etnia mapuche, en base a su experiencia, sostuvo que las estadísticas no señalan por lo que tienen que vivir muchos de los niños y niñas indígenas, quienes -para recibir una educación en el sistema formal- muchos deben abandonar sus hogares a temprana edad, mientras que otros lo hacen en enseñanza media.

Esta realidad, agregó, conlleva a una etapa muy dolorosa, tanto para los padres como para los pequeños, generando un desarraigo cultural que se ve reflejado en la pérdida de la lengua y sus formas tradicionales de vida.

Pese a ello, añadió que hoy en día existen muchos profesionales indígenas que trabajan tanto en servicios públicos como privados; de esta forma, “han ido superando la brecha donde los mapuches eran vistos sólo como una mano de obra barata, ya que cuando emigraban a la ciudad se desempeñaban como trabajadores de la construcción o panaderos y las mujeres, en su mayoría, como asesoras del hogar (…), sin valorar el aporte cultural que pudiésemos hacer en este país, que no reconoce nuestro origen indígena, como si reconocerlo fuese un gran pecado”, expuso la representante de la Defensoría Penal Pública.

Mujer mapuche e inclusión política y social

Añadió además que, existe muy poca bibliografía escrita que relate cómo piensan las mujeres indígenas y el significado de lo femenino en dicho mundo, por lo que entender esta realidad es bastante complejo. “En la mayoría de los pueblos indígenas de América Latina, la mujer cumple un rol primordial en la transmisión sociocultural a las nuevas generaciones; por esa razón, las mujeres en el pueblo indígena son consideradas de un valor incalculable. Incluso, se equiparan con lo más preciado que es la tierra, entendiéndose como un valor no monetario, sino que intangible, espiritual”.

Así, en el mundo indígena no son vistas con la visión de inferioridad respecto de los hombres – como ocurriría en las sociedades occidentales – sino que hombre y mujer son un complemento, donde ambos tienen roles que cumplir en la sociedad y al interior de las familias.

A pesar de que, en la actualidad, el machismo ha irrumpido en las comunidades indígenas, Morales agregó que las mujeres comenzaron a participar de los liderazgos comunitarios y en la toma de decisiones; sin embargo, continúan poseyendo un nivel bajo de participación.

“Recién en Chile, año 2017, tenemos la primera mujer mapuche -en este caso Huilliche- electa como diputada; esto es un claro ejemplo de una nula participación política. Ahora, respecto a las políticas de Estado, cabe preguntarnos cuáles han sido esas políticas en relación a adoptar medidas que consideren las perspectivas socioculturales y de género, en los usuarios de origen indígena”, puntualizó Morales durante su exposición.

Con el paso del tiempo, los servicios públicos -como, por ejemplo, Salud y Educación- están incluyendo la interculturalidad, lo que supone “una atención más pertinente”, relató la profesional.

En el caso del sistema de justicia, explicó que la Defensoría Penal Pública ha incorporado a nivel nacional a personas especializadas, de origen mapuche, para que complementen sus acciones de defensa con perspectivas socioculturales.

Ello se suma a las figuras de los facilitadores interculturales, quienes realizan el nexo entre los imputados e imputadas, familia, comunidad y la institución, para hacer de este sistema de justicia un poco más cercano al pueblo indígena.

Asimismo, durante su exposición, Morales destacó al Poder Judicial, especialmente al de Temuco, por el esfuerzo realizado en materia de incorporación de estas temáticas. Pese a ello, añadió que “queda mucho camino por recorrer, sobre todo reconocer que los pueblos indígenas poseen un sistema de justicia propio y, al igual que algunos países como Ecuador, es tan válido como el sistema de justicia impartido por el a nivel nacional”.

Entrevista

-¿Cómo es la mujer mapuche del Siglo XXI?

La mujer mapuche del Siglo XXI es muy variada. Tenemos desde mujeres profesionales, hasta mujeres que todavía viven en sus comunidades. Las mujeres en el mundo indígena son fundamentales, porque son las encargadas de transmitir la cultura propiamente tal.

-¿Cuál vendría a ser el principal cambio que ha tenido la mujer mapuche durante todo este tiempo?

Creo que es el tema educacional, la mayor vinculación con el mundo no indígena. Hoy en día, creo que las mujeres indígenas están tan empoderadas, que las encontramos en los distintos rubros, ya sea en el ámbito público o privado. Creo que ese ha sido el gran cambio de las mujeres indígenas en la actualidad, que están más empoderadas, pudiendo encontrarlas en distintos lugares como el mundo político, empresarial.

-¿Cuál ha sido el principal desafío al cual se han tenido que enfrentar en la historia como mujeres?

Creo que a lo largo de la historia ha sido diverso. Desde el principio, fue el tema de la mantención de la cultura. Hoy, las mujeres siguen luchando por eso y es algo que no ha cambiado mayormente.

En la actualidad, vemos mujeres luchadoras en los distintos ámbitos, como por ejemplo, en el tema de los recursos naturales, como Berta Quintremal y su hermana, quienes lucharon mucho contra el Estado frente a la construcción de las hidroeléctricas, las que -finalmente- fueron construidas en su territorio.

-En una sociedad un tanto discriminatoria, ¿cómo ha sido esa lucha por insertarse dentro de ella?

Ciertamente, ha sido muy difícil. Si bien el tema de la discriminación siempre ha estado presente, imagínate lo que significa mujeres y luego ser indígenas. Sin embargo, se ha luchado también por estar vigente y, sobre todo, porque nuestra lucha es por hacer ver la visión de que por ser mujeres también existimos.

Desde el mundo indígena, creo que siempre hemos entendido a la gente no indígena. Pese a ello, creo que, desde lo no indígena nos conocen muy poco y ese desconocimiento es lo que genera la mayor distancia o brecha entre ambos mundos.

-¿Cuáles vendrían a ser los principales aspectos que podrían mejorarse, para que tanto indígenas como chilenos puedan convivir de forma más armónica?

Yo creo que, con un mayor reconocimiento, teniendo en cuenta que dentro de la Constitución de Chile no están considerados los pueblos indígenas. Creo que habría que partir por eso, por un reconocimiento de un otro existente, que es lo que no hay en este país.

-Y eso, ¿cómo se mejora?

Desde lo más pequeño, hasta lo más grande. Desde el día a día, la persona común. Creo que hace falta mayor visibilización y que los otros -las personas no mapuches- nos conozcan también; conozcan sobre nuestra cultura y que le den la importancia que corresponde, porque creo que nosotros también hemos hecho grandes aportes en este país.