Desde el año pasado la Escuela de Educación de Universidad Santo Tomás, a cargo de su Director Ramón Soto Marín, realiza un destacado trabajo de enseñar lengua española a inmigrantes haitianos. Al respecto, el Profesor de Historia y Geografía,  y Magíster en Currículum, Evaluación e Innovación Educativa de la Universidad Complutense de Madrid, relata los inicios de este proceso, su gestión e impresiones de las principales falencias a este respecto.

Enseñar lengua española a haitianos

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¿Cómo surge este proyecto?, ¿qué falencias se detectaron?

 La idea de apoyar a los migrantes haitianos, surge de una inquietud personal de apoyar el proceso de integración de estudiantes migrantes a las diferentes escuelas de Puerto Montt. Esto por la dificultad que significa integrarse a un nuevo país con otra cultura, y el desfase curricular que ocurre entre sistemas educativos. Fue así como nos integramos a las reuniones de la Mesa de Inmigrantes que organizaba la Gobernación Provincial en septiembre de 2017. El propósito era establecer redes para gestionar proyectos de apoyo a las escuelas de la región, para una mejor atención de los estudiantes inmigrantes y sus familias. En la primera reunión que asistí, 13 de septiembre de 2017, hubo presencia de argentinos, colombianos, brasileños, ecuatorianos, peruanos, dominicanos, venezolanos y haitianos, todos con distintas necesidades e inquietudes, tan así que la educación no era tema en esa reunión.

Sin embargo, unas semanas después, de la Delegación Mirasol nos presentaron la necesidad de ayudar a migrantes haitianos para aprender español para que puedan acceder con mayor facilidad al mundo laboral.

¿Cómo se gestiona su realización?

Tras el llamado de la Delegación Mirasol, presenté la idea al equipo de la Escuela de Educación y fue José Ruíz, Jefe de la carrera de Pedagogía en Inglés quien se dispuso a apoyar adaptando un material para el aprendizaje del inglés en una situación similar a los migrantes haitianos con el español. Así el profesor Ruíz preparó material para 20 sesiones de taller.

¿Qué carreras estuvieron involucradas?

Invitamos a estudiantes de todas nuestras carreras a una reunión el 13 de noviembre para participar como voluntarios para trabajar en los talleres. A esta reunión asistieron 19 estudiantes de las carreras de Educación Diferencial, Pedagogía en Inglés y Educación Parvularia.

¿Cuál fue la metodología utilizada en las clases?

La metodología utilizada para las distintas sesiones fue la modalidad de taller, utilizando el material de apoyo adaptado por el profesor Ruíz. El material está basado en la cotidianeidad, por ejemplo “la familia”, “compras en la feria” o supermercado, utilizando palabras de un lenguaje coloquial y de uso práctico de manera interactiva. Las sesiones eran lideradas por el profesor Ruíz acompañado por estudiantes y exalumnos de Pedagogía en Inglés que apoyaban individualmente, trabajando como ‘tutores’, a cada participante. En la primera sesión del 30 de noviembre asistieron 14 personas. También apoyó el proceso un migrante que manejaba algo de la lengua española y cuya mediación fue fundamental en la primera etapa.

¿Qué observación realizaron en cuanto a las personas que decidieron tomar estos talleres?

La diversidad es la característica del grupo, pues atendimos a un universo que superó las 50 personas, terminando el proceso 40 de ellos, desde personas sin escolaridad hasta profesionales como es el caso de un profesor y un médico. Esta diversidad y la falta de continuidad fueron aspectos que dificultaron una sistematización del proceso.

Resultado del proyecto

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¿Qué avances pudieron notar entre quienes participaron? ¿Cuántos participaron?

Concluyeron la primera etapa 40 personas, pero hubo otras que no se certificaron por la irregularidad de su asistencia. Al finalizar, se podían evidenciar grandes logros porque todos eran capaces de comunicarse y un buen grupo lo hacía con mucha fluidez. Se les notaba alegres, y manifestaron su agradecimiento al profesor Ruiz y su equipo.

¿Luego del trabajo realizado, qué más se puede realizar, desde la academia, para apoyar a la comunidad inmigrante en Puerto Montt?

Se puede hacer mucho, pues las necesidades superan las posibilidades de ayuda. Por eso es que sigo pensando que las universidades podemos hacer mucho para apoyar la inserción de nuestros hermanos migrantes, principalmente los haitianos que tienen la barrera del idioma. Sin embargo, se necesitan recursos los que son escasos y de difícil acceso. Nuestro sueño es postular a recursos del gobierno regional y poder realizar un trabajo de más largo plazo, con varios niveles de logro y certificación. El abordaje de problemáticas sociales tan complejas debe ser asumido con profesionalismo y respeto por cada una de las personas que participan y reciben el servicio.  Respecto del apoyo a estudiantes y familias migrantes en su integración a las escuelas, también podemos hacer mucho desde una perspectiva multidisciplinaria.