Con el objetivo de promover una sana convivencia escolar y un uso responsable de las tecnologías entre los jóvenes del país, es que se estableció el 14 de marzo como el día en contra del ciberacoso escolar en Chile.

En qué consiste y cuáles son las consecuencias que podría generar, son algunas de las interrogantes respondidas por el director de la carrera de Psicología de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, Jaime Aedo.

El académico comenzó explicando algo esencial para entender lo que es el ciberacoso. Se trata del bullying, concepto que puede definirse como “un tipo de violencia escolar, entre pares, caracterizado por una figura que podríamos calificar como agresor en contra de una figura que es receptora, que es más débil”.

A ello, agregó que el bullying puede presentarse de diferentes formas, como el maltrato físico, psicológico y/o sexual, y en distintos contextos; uno de ellos es en el ciberespacio, entendiendo el ciberbullying como el acoso escolar entre pares a través de redes sociales o internet.

El director de la carrera de Psicología de Santo Tomás Los Ángeles explicó que -a pesar de que la violencia entre pares se da en diferentes edades- aquello que califica el acto como violento es la intención de causar daño.

“Cuando nos referimos al bullying, no hablamos del ataque o acción que podría ser malinterpretada. Por ejemplo, te puedo decir un sobrenombre, quizás de cariño, y éste te puede ofender sin tener la intensión de causarte daño. Eso no es bullying, es un problema de convivencia escolar”, puntualizó el académico.

Un punto importante a destacar, expresó el experto, es que las personas deben entender que el espacio de internet no es privado, aun cuando quieran vivirlo de esa manera colocándole candado a sus cuentas y teniendo ciertas restricciones. Internet “es un espacio público y, como tal, tiene la desventaja de que la gente puede ser atacada bajo el anonimato”.

Teniendo esto presente, el ciberbullying se da cuando “un alumno o grupo de estudiantes ataca a otro de un mismo curso o contexto similar, generalmente en el anonimato, mediante la difamación, difusión de falsos rumores, divulgación de información indeseada, burlas abiertas, uso de memes o alteraciones de fotos, con el propósito de causar daño o menoscabo en este otro alumno”, explicó Aedo.

Respecto a las víctimas, el académico explicó que la investigación no es taxativa respecto a si las víctimas de bullying tienen o no características similares que logren explicar el por qué pueden llegar a ser blanco de este tipo de situaciones por parte de sus pares.

“Existen ciertas tendencias que han podido observarse de niñas, niños, o adolescentes que tienen quizás ciertas dificultades para resolver problemas; sin embargo, eso es muy contextual. O sea, un chiquillo perfectamente adaptado a un contexto llevado a otro, como podría ser un migrante, bien puede ser objeto de bullying no teniendo un perfil psicológico específico”, explicó el Psicólogo.

En torno a los agresores, “nos referimos a alguien que, por las características de su personalidad, tiene la necesidad de causar daño a otros. Eso está asociado a muchas cosas; sabemos, por ejemplo, que niños que han sido víctimas de violencia, tienden -eventualmente- a replicarla respecto a otros. Existen personas que se han socializado en entornos donde la violencia está validada como método de interacción social y también tienden a replicar estos modelos, pero tampoco hay un modelo único y estable”, puntualizó el académico de Santo Tomás Los Ángeles.

Respecto a las consecuencias que puede ocasionar el ciberbullying en las víctimas, Aedo explicó que son tan amplias como lo que a una persona le pueda pasar cuando se enfrenta a una experiencia traumática.

Frente a ello, sostuvo que existen quienes pueden estar sometidos a situaciones muy extremas, pero sobreviven bastante bien versus otras personas que han pasado por periodos de estrás bastante más débiles pero que les genera graves consecuencias.

“Esto es importante. Dentro de las recomendaciones que se están entregando a nivel internacional es no asociar de manera mecánica el bullying con el suicidio, por ejemplo. Ningún menor se va a suicidar a consecuencia del bullying; el suicidio es una cosa mucho más compleja, donde el bullying es uno de los agentes detonantes”, explicó el experto.

Asimismo, expresó que -efectivamente- el estrés social que puede generar un episodio de bullying es posible que se traduzca en tantas manifestaciones, como el efecto del estrés que tiene en las diferentes personas. Hay quienes pueden presentar problemas de aislamiento o responder de manera agresiva, mientras que otras personas se van a reprimir o tendrán efectos ansiosos, etc.

CONVIVENCIA ESCOLAR

En la violencia escolar existen agresores, ayudantes del agresor, víctimas y testigos pasivos y debe ser entendida siempre como un problema de comunidad. Al respecto, “el Psiquiatra chileno experto en el tema de violencia, Jorge Barudi, plantea que para que se mantenga la violencia en determinadas comunidades tiene que primar el secreto. En la medida en que exista secreto, el bullying se va a mantener. ¿Cómo se quiebra el secreto? Cuando estos niños que son testigos pasivos se conviertan en denunciantes o defensores y eso ocurre con bastante más frecuencia de lo que uno cree”, expresó Aedo.

Para prevenir estos casos, el director de la carrera de Psicología planteó la intervención comunitaria como un factor importante para evitar que sucedan casos de bullying. Asimismo, también lo es que los equipos de docentes, apoderados, paradocentes, directivos de los colegios, entiendan que este problema existe, aunque no lo vean, por lo que deben estar atentos.

En segundo lugar, “generar canales para que los niños y las niñas puedan hacer las denuncias respetando su anonimato, no sobreexponiéndolos; lo otro, es hacer intervenciones permanentes en el tema de violencia escolar, en general, y en convivencia escolar, en particular”, puntualizó el profesional.

Aedo explicó que, en la actualidad, la convivencia escolar es uno de los ejes de trabajo en las escuelas en Chile. Si bien, no hay una medida específica para abordar el bullying, lo ideal es trabajar en el tema de la violencia y convivencia escolar y eso “pasa porque todos los actores estén comprometidos en generar una calidad de vida mejor”.

De igual forma, recalcó la importancia de tener claro que el espacio virtual de las redes sociales es público. Por lo mismo, “las precauciones que debemos tener no son muy diferentes a las que adoptamos en la calle; el problema es que la experiencia de internet es generalmente privada; entonces, uno cree que está solo o que está en un espacio protegido, pero está al medio de la calle y eso es importante tenerlo presente”, expresó Aedo.

Igualmente, destacó que en la medida en que los menores signifiquen a sus padres como un espacio seguro, donde ese adulto va a responder con ponderación y eficiencia frente a los pedidos de sus hijos, el niño va a aprender a contar sus problemas y, eventualmente, un caso de ciberbullying, de acoso u otro tipo.