Los alumnos de Servicio Social pusieron en práctica los conocimientos adquiridos en algunos ramos de la carrera.

Con el propósito de compartir experiencias y conocer la realidad de las personas que viven en situación de calle y que son usuarios del Hogar de Cristo, estudiantes de primer y segundo año de la carrera Servicio Social del IP Santo Tomás sede Ovalle realizaron una intervención en la institución de acogida.

Durante la visita los jóvenes hicieron diversas actividades lúdicas para interactuar con las personas que habitualmente pernoctan y se alimentan en el Hogar de Cristo, al mismo tiempo que pusieron en práctica los conocimientos adquiridos en los ramos de “Planificación social” y “Modelo teórico práctico de intervención social”.

Los alumnos estuvieron guiados por el jefe de carrera, Nataniel Varas, quien imparte ambas asignaturas. El docente comentó  que “los alumnos de ambos niveles gestionaron entre ellos los recursos para la compra de útiles de aseo y ropa de invierno para los usuarios del Hogar de Cristo, que pernoctan cada noche. Los cuales en su totalidad están en situación de calle”.

Por otra parte, el profesional dijo que con esta iniciativa se busca que “los alumnos de la carrera fortalezcan sus habilidades, herramientas técnicas y personales, y su criterio de intervención en personas con alta vulnerabilidad y de compleja intervención, por la multifactoriedad en elementos de riesgo social: situación de calle, mendicidad, alcoholismo, drogadicción y comisión de delitos o faltas menos graves”.

Protagonistas del cambio social

Para los estudiantes que participaron de la salida a terreno, ésta fue una experiencia valiosa, que les permitió estar en contacto con la realidad que viven personas  vulnerables, al mismo tiempo que reafirmaron su vocación.

Así lo comentó Cristóbal Alvarado Godoy, estudiante de primer año de Servicio Social quien dijo que “fue una actividad muy lúdica, linda, enriquecedora, ya que pudimos entablar comunicación directa con los usuarios y pudimos constatar in situ la realidad social en la que se encuentran esas personas”.

A esto el joven agregó que ésta iniciativa se convirtió en “una motivación para seguir experimentando y empapándome de conocimiento, en lo teórico, para en un futuro próximo, como profesional,  poder ayudarles, entregarles herramientas y ser un agente de cambio. Espero que se sigan haciendo estas actividades para que nosotros conozcamos en lo que vamos a trabajar en un futuro próximo”.

En tanto, su compañera, Johanka Véliz, aseguró que esta “fue una experiencia bastante enriquecedora, estuvimos de cara a una realidad social, con las personas en situación de calle. Realizamos actividades, jugamos a la sillita musical, entregamos premios, hicimos una cantidad de actividades maravillosas. Se priorizó siempre el compartir, tener interacción con el otro y poder entregarles un ratito de alegría y de amor a esas personas que muchas veces, cuando nos las encontramos por la calle cruzamos porque nos da miedo, o cuando nos piden una moneda por la calle ni siquiera los miramos”.

Por último, la estudiante señaló que “como Técnicos en trabajo social y futuros Trabajadores Sociales tenemos que conocer estas realidades, pero no por lo que nos cuenten, sino que por la experiencia. Fue una actividad maravillosa que nos llenó el corazón de alegría y que nos reafirma que nuestra profesión no es una profesión de escritorio que está fuera de la realidad, sino que requiere que seamos protagonistas de los cambios”.