La llegada del otoño trae riesgos a la salud para este segmento asociado principalmente a problemas respiratorios y a un agravamiento de enfermedades crónicas. Evitar la calefacción excesiva, usar el vestuario adecuado y mantenerse hidratado, son algunas de los cuidados a considerar.

Los cambios de estación pueden resultar de alto riesgo para la salud de los individuos, especialmente para los adultos mayores, ya que su condición de vulnerabilidad es mayor debido a que su organismo ya tiene cambios internos que afectan su salud producto del envejecimiento; movilidad reducida, pérdida de masa ósea y muscular, patologías crónicas y cardiovasculares.

En esta época del año en que las temperaturas ambientales comienzan a disminuir y se agrava la calidad del aire, el adulto mayor puede verse afectado por problemas respiratorios obstructivos severos, lo que también lo puede llevar a problemas cardiovasculares y descompensaciones de sus patologías crónicas.

María Fernanda Pizarro, docente y jefe de carrera de Técnico en Enfermería y Procedimientos de Apoyo a la Rehabilitación y de Técnico en Enfermería mención Terapias Complementarias del CFT Santo Tomás Puente Alto, señala que es recomendable en este periodo del año aconsejar al adulto mayor -y también a su entorno familiar- a tener cuidados como:

  • No fumar. En el caso de los familiares, no fumar dentro de la casa.
  • Evitar exponerse a la contaminación. En días de altos niveles de polución, no hacer ejercicios físicos, idealmente no salir de casa.
  • Realizar diariamente ejercicios respiratorios en casa para mejorar la capacidad pulmonar. Por ejemplo, inspirar profundamente y hacer esfuerzos para eliminar todo el aire. También se puede inflar un globo.
  • Mantener estufas en buenas condiciones. No cerrar todas las ventanas de la casa cuando haya una estufa a parafina o gas encendido.  Y al apagarla, debemos hacerlo fuera de la casa.
  • Evitar la calefacción excesiva.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura.
  • Usar vestuario adecuado. Hay que recordar que el adulto mayor por su pérdida de masa corporal y tejido adiposo es más delicado.
  • Respirar por la nariz y mantener la boca cerrada cuando se sale al aire frío. Es recomendable utilizar una bufanda para cubrir dichas zonas.
  • Ventilar las habitaciones al menos 1 vez al día y cerrar las ventanas antes del atardecer.
  • Consumir entre 6 a 8 vasos diarios de líquido también ayuda a la termorregulación.
  • No olvidar vacunarse en su centro de salud.