Néstor Cecchi: “El Aprendizaje y Servicio es un modo distinto de aprender en contextos reales, con problemas reales y sujetos reales”

El experto fue parte de la 1ª Jornada de Aprendizaje y Servicio organizada por la UST Temuco.

El referente latinoamericano en temas vinculados a las prácticas socio-comunitarias e innovación pedagógica, Néstor Cecchi, quien es además docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina, y autor del libro “El compromiso social de la universidad latinoamericana del siglo XXI: Entre el debate y la acción”, participó recientemente en la Universidad Santo Tomás Temuco de la “1ª Jornada de Aprendizaje y Servicio” organizada por la casa de estudios.

El objetivo del encuentro académico fue revisar esta metodología que es una de las líneas de acción de Vinculación con el Medio de la institución a nivel nacional y cuyo objetivo es resolver necesidades sociales reales relacionadas con la disciplina que estudia, lo que genera un beneficio tanto para el estudiante como para el usuario del servicio.

Néstor Cecchi se refirió respecto al aporte del Aprendizaje y Servicio en la formación de los estudiantes y compartió su experiencia en esa metodología y apreciaciones acerca de la realidad local.

¿Qué elementos explican la metodología de Aprendizaje y Servicio?, ¿cómo se trabaja?

Básicamente tiene que ver con dos o tres cosas interesantísimas. La primera es el protagonismo de los estudiantes. Los estudiantes son protagonistas de las historias del trabajo en comunidad, ellos aprenden más, aprenden mejor, aprenden activamente; procuran el conocimiento necesario, lo adaptan a la realidad, ocupan otros lugares en el proceso de enseñar y en el proceso de aprender.

La otra cuestión central es la experiencia educativa de aprendizaje, pues el Aprendizaje y Servicio es un modo distinto de aprender, de aprender en contextos reales, con problemas reales, con sujetos reales.

Otro aspecto es que en este aprendizaje distinto, en el que el estudiante es protagonista, aparece además una instancia clave que es que el aprendizaje en ese contexto real necesariamente implica una transformación de la comunidad, un servicio a la comunidad… esto que se hace y que se aprende de este modo, siempre transforma las comunidades.

¿Es el Aprendizaje y Servicio una de las vías para ser lo que usted denomina una institución socialmente comprometida?

El Aprendizaje y Servicio es una de las vías, es central, es transformadora. Permite de alguna manera interactuar con el otro de un modo cualitativamente apropiado, de forma tal que permite esta inclusión social.

Me parece a mí que el tema de inclusión social en términos de transformación es clave, entendemos de la universidad que el vínculo con el otro debe tener algunas características específicas que posibiliten dicha inclusión. Debe ser un vínculo de confianza, un vínculo que permita que el otro se sienta protagonista también evitando, insisto, estas concepciones iluministas donde la universidad y solo la universidad es la que sabe, la que puede, la que tiene… tenemos que corrernos de esa lógica.

¿Ve diferencias entre las formas en que se expresa el Aprendizaje y Servicio?, ¿cómo observa la experiencia chilena o la de Santo Tomás?

En todos los lugares que visito, que son muchos, en Argentina y otros lugares de Latinoamérica y el Caribe, uno encuentra singularidades, particularidades. En cada país se dan situaciones idénticas, pero cada país también varía y varía en cada universidad, es más, algunas veces en carreras de una misma universidad aparecen experiencias singulares y es muy bueno que así suceda.

Yo veo que acá hay un trabajo muy interesante en la metodología Aprendizaje y Servicio, esto no es tan frecuente. En las universidades de Argentina, por ejemplo, esta técnica no tiene en las universidades el desarrollo que yo he visto aquí, sí el Aprendizaje y Servicio es una estrategia muy interesante que tiene un amplísimo desarrollo en los niveles primarios y secundarios, pero menos en la universidad, por lo tanto, he visto que acá es una fortaleza e intentan pensarse en términos de aprendizaje, y eso es muy importante: mantener siempre esa dualidad.

Creo de todas maneras que hay que avanzar claramente en la institucionalización de estas experiencias, no debieran ser solo proyectos aislados, sino que deben pasar desde la lógica del proyecto, que tiene que ver con un tiempo determinado, a una actividad permanente de las universidades, esta cuestión de tener una presencia con sentido de permanencia es central.

En ese sentido hay un tema clave que es la curricularización. Si estas experiencias comunitarias se integran a la currícula tienen mejores posibilidades institucionales de permanecer, así que me parece que son desafíos interesantísimos. De lo que observo acá hay un desarrollo muy pero muy importante, consolidado, con actores formados, por lo que me voy realmente muy contento con esta experiencia.

Si el entorno es tan relevante, ¿cómo, desde su perspectiva, las universidades deben pensarlo?

(El entorno) es el deber ser de una universidad. Debemos tener claro que todos debemos trabajar, hacer todo lo que tenemos que hacer, siempre en relación estrecha con el entorno; pero con el entorno de un modo dialógico, bajo la idea de un “diálogo de saberes”, no solamente comunicando lo que podemos hacer con este sino también escuchando y aprendiendo de él.

Me parece que la universidad debe tener una actitud distinta, corriéndonos de esas lógicas iluministas y vinculándonos con el entorno de un modo bien interactivo, bien dialógico, haciendo lo que tenemos que hacer en relación con el entorno pero también, repito, permitiéndonos aprender de este.

¿Y cómo aporta el Aprendizaje y Servicio?

Yo creo que el Aprendizaje y Servicio es una estrategia, una metodología muy pero muy pertinente, porque le da sentido a esto, permite tener una direccionalidad previsible de lo que nosotros vamos a hacer, permite ser una guía, un faro, un norte para generar buenas experiencias, buenas prácticas en comunidad.