Eliana Escudero

Instructora en Simulación IMS del Medical Center of Simulation Harvard dicta clase magistral en Jornadas de Simulación Clínica

Con una amplia trayectoria profesional y gran convocatoria, la fundadora de SOCHISIM y directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Finis Terrae, Eliana Escudero, participó en las II Jornadas de Simulación Clínica, organizadas por la Facultad de Salud y la Coordinación Nacional de Simulación Clínica de la Universidad Santo Tomás.

Por primera vez en Santo Tomás la enfermera e instructora en simulación IMS del Medical Center of Simulation Harvard, visitó la sede Concepción para dictar una clase magistral sobre “Evaluación y experiencia a través de la Simulación Clínica”, con el fin de profundizar y analizar con los profesionales del área de la salud los procesos de evaluación y experiencia que se deben manejar en escenarios simulados.

Ante la presencia de estudiantes y académicos, la académica resumió lo que ha venido trabajando durante 9 años en Simulación Clínica y las recomendaciones más importantes que deben considerar los profesionales para su especialización en Simulación Clínica.

Experiencia

¿De dónde surgió la idea de crear una asociación de Simulación Clínica?

Yo venía trabajando ya con la Sociedad Latinoamericana de Simulación Clínica de la cual también fui fundadora, lo normal es que las sociedades surjan en los países pero en ese entonces había una situación precaria y etapa inicial, por eso nos juntamos personas de cinco países exactamente y decidimos armar la Sociedad Latinoamericana.

A partir de este apoyo, creímos que era conveniente crear las sociedades locales. Era un minuto donde sentía que el país aún era muy joven en esto pero había mucha presión de aquellos que estaban haciendo, de verse albergados bajo el paraguas de una sociedad chilena donde pudieran encontrar desarrollo, oportunidades, crecimiento, redes y vínculos; esto me motivó mucho a decir bueno es el momento.

¿De quién recibió apoyo para crear la Asociación Chilena de Simulación Clínica?

Tuve el apoyo de la Universidad Finis Terrae y el de una empresa que financió la constitución de la asociación, pues los procesos legales eran sumamente complejos. A Chile le costó hasta entender la nomenclatura de lo que es la simulación clínica.

¿Cuándo y cómo inició su carrera en Simulación Clínica?

Inició en 2003 cuando tuve la suerte de partir trabajando en el instituto del Duoc, en ese minuto trabajaba en laboratorios grandes pero más adelante, en el primer proyecto, entendí que tenía que desarrollar un hospital.

Para poder profundizar mucho más en simulación me fui a Colombia y estando allá me enamoré de esto, años más tarde llegó a Chile uno de los grandes empresarios de la simulación que tenía mucho vínculo con el desarrollo profesional de las enfermeras en Estados Unidos. Al conocerlo me invitó a un congreso de tecnologías de enfermería y a partir de ahí comencé a crear toda una red y amistades para trabajos colaborativos, luego postulé a un proyecto que me adjudiqué; mi formación fue con las enfermeras norteamericanas, australianas, canadienses y japonesas pues trabajábamos juntas en el proyecto.

En Chile

En comparación con otros países, ¿cómo está Chile en Simulación Clínica?

Chile tuvo la suerte de partir en Simulación Clínica junto con Brasil pero ha sido lento el avance, muy lento, ha estado focalizado en el costo de entender que este es un modelo educativo y que es por la seguridad de los pacientes como principal aspecto. Somos un país poco flexible, poco creativo y resistente a los cambios y por eso ha costado avanzar en esto; hoy día me ha tocado formar en Argentina, Brasil y este país en particular va mucho más rápido.

Nosotros si bien partimos muy bien no hemos avanzado al ritmo que deberíamos avanzar, siento que hoy otros países nos van a llevar la delantera pero no está mal porque tuvimos al menos la posibilidad de partir todo este proceso que es tan valioso en la formación de los profesionales de la salud.

¿Qué retos vienen para las instituciones de educación superior?

Creo que con toda la reforma de educación que estamos viviendo vamos a tener que hacer grandes cambios de innovación metodológica, en el caso de salud en simulación obviamente. Primero porque nos exige trabajar competencia y luego resultados observables que deben cumplir ciertos criterios, espero que los cambios sean positivos desde las políticas públicas porque en lo que es salud el tema de seguridad, que es lo que hace surgir la simulación en el mundo, no está instalada todavía en nuestras políticas de salud con la fuerza que está en otros países.

¿Qué universidades considera que han potenciado más la simulación clínica?

Hoy en día la Finis Terra, estamos siendo líderes, formando gente en Latinoamérica y al mismo tiempo trabajando con expertos de la Universidad Penn State de Estados Unidos a través de convenios y colaboraciones con Argentina y Uruguay. Tenemos un centro que más que el desarrollo tecnológico tiene el desarrollo del proceso académico.

Por otra parte, considero que hay muy buenos proyectos y con gran desarrollo tecnológico de parte de la Universidad Mayor, Universidad San Sebastián, Católica y Santo Tomás, pero claramente en un área porque podemos notar cierta deficiencia para el área de postgrado.

Necesitamos instituciones clínicas donde se haga simulación in situ que es otra modalidad de simulación para entrenar a profesionales en procesos nuevos, protocolos e inducción de personal, por lo tanto, falta ahí un tema a desarrollar.

Formación clínica

¿Cuáles son las ventajas de la simulación clínica?

En primer lugar, el trabajar con el estudiante haciéndolo consciente desde temprano de cómo aprender a ser un profesional seguro y de calidad. Segundo, el profesor se involucra mejor en los procesos de educación y garantiza los procesos de aprendizaje de sus estudiantes, en este caso él deja de ser el actor principal de la docencia y se convierte realmente en un educador.

Por otro lado la gran ventaja es que se aprende en un ambiente protegido, donde el estudiante se expone, puede cometer errores y donde dañar no es un daño para nadie sino que es una herramienta de gran aprendizaje.

¿Qué desafíos se vienen en cuanto a investigación en simulación clínica?

Estamos empezando a crecer en esto, tenemos los primeros peldaños formados con la madurez de los datos de buscar relaciones de investigación, esto lo empezamos a ver en congresos con grandes exponentes latinoamericanos. Actualmente en lo profesional estoy participando en la sociedad latinoamericana de simulación clínica donde traemos ideas desde Estados Unidos y colaboramos con la traducción de papers o documentos que están desarrollándose en ese país.

Clase Magistral

Para la instructora en simulación del Medical Center of Simulation Harvard, el carácter formativo de esta metodología incorpora evaluaciones y prácticas reflexivas importantes que permiten que el docente no solo promueva la interacción, sino que también potencie el desarrollo y la consolidación de las representaciones mentales de cada uno de los estudiantes.

“Como docentes debemos planificar y establecer cuáles son las metas y las estrategias educativas que van a trabajarse en un escenario clínico, de este modo se estimulan los roles que los alumnos han de afrontar en simulación clínica. La evaluación por tanto no debe solo enfocarse en la nota de un estudiante, sino en el programa educativo y en el paciente”.

Finalmente, sentenció que la evaluación en simulación se ha convertido desde la práctica en parte del proceso educativo integral de esta metodología, lo que lleva a los profesionales de la salud a replantear diversos criterios y matrices de aprendizaje para desarrollarlos en simulación clínica.