Los días soleados y al aire libre son ideales para que los niños vayan familiarizándose con los libros, lo que incrementará su vocabulario y fortalecerá su imaginación.

Muchos padres se estresan cada vez que sus hijos salen de vacaciones porque no saben cómo entretenerlos, y si a esto le sumamos lo complicado que es tener un panorama diario para los niños, lograr que no se aburran se vuelve una tarea muy difícil. Sin embargo, para Alejandra Vidales, directora del Centro de Aprendizaje del IP-CFT Santo Tomás San Joaquín, el pasar tiempo en casa con los hijos no tiene que ser una complicación, todo lo contrario, puede ser una buena oportunidad para fomentar la lectura.

Como no todos los niños aprenden a leer al mismo tiempo y de la misma forma, no es bueno presionarlos para que lo hagan, todo llegará a su tiempo. Mientras tanto, Alejandra Vidales recomienda que los padres estimulen el gusto por la lectura de sus hijos más pequeños con actividades lúdicas.

“Pueden escoger un poema, una estrofa de canción o un texto que le guste a su hijo, y en una cartulina escribirlo con letra mayúscula grande, reemplazando algunas palabras por dibujos o imágenes. Otra opción es aprovechar los espacios de su casa, como la habitación de sus hijos, para transformarlos en espacios letrados. Todo lo que tiene que hacer es escribir en un papel, con letra imprenta grande, el nombre de algunos objetos que se encuentren en la habitación, teniendo especial cuidado con los tildes y la ortografía”, enfatiza la académica.

En el caso de los niños más grandes, la directora del Centro de Aprendizaje del IP-CFT Santo Tomás San Joaquín, entrega las siguientes recomendaciones a los padres:

– Realizar una lectura diaria: desde los 0 a los 10 años es bueno leerles un cuento todas las noches antes de dormir. Ese regalo es invaluable, son 10 años de vocabulario e imaginación.

– Armar una biblioteca en la casa: un rincón o una repisa sirven para poner todo tipo de libros, sentarse a hablar de ellos, o comentar lecturas anteriores.

– Jugar a leer: para los que aún no leen, abrir libros con imágenes y jugar a leer según los dibujos es muy entretenido y fomenta su imaginación.

– Aprovechar las revistas y enciclopedias: aún en algunas casas hay enciclopedias y se pueden hojear, mirar y leer por muchas horas. Las revistas también son una buena fuente de lectura, más liviana y fácil. Algunas recomendadas son Condorito, Ogú y Mampato, Junior, o National Geographic Kids.