Mesa redonda CUP

Ex ministros de Educación destacaron el aporte de las universidades privadas al país

En la ocasión, Mariana Aylwin y Harald Beyer criticaron también la propuesta de gratuidad impulsada por el Gobierno y las señales que ha entregado el Ejecutivo sobre el futuro de la educación superior.

Con la participación especial de los ex ministros de Educación Mariana Aylwin y Harald Beyer, la Corporación de Universidades Privadas (CUP) organizó la mesa redonda “Aporte de las universidades privadas”, donde destacaron la contribución de estas instituciones al desarrollo del sistema de educación superior chileno.

El encuentro comenzó con las palabras de bienvenida del Rector Nacional de la Universidad Santo Tomás y Presidente de la CUP, Jaime Vatter, quien agradeció la presencia de los expositores y resaltó el aporte que las instituciones privadas han realizado al país desde su creación en la década de los ‘80. A su vez, el director de Planificación y Desarrollo de la CUP, Ramón Berríos, presentó los avances que ha experimentado el sistema chileno desde el surgimiento de las universidades privadas, principalmente en términos de acceso a la educación superior. Según explicó Berríos, a principios de 1990 el número de alumnos en las universidades alcanzaba a poco más de 100 mil, mientras que en 2013 esa cifra fue cercana a los 650 mil estudiantes universitarios.

Posteriormente, los ex ministros de Educación analizaron la evolución que ha tenido la educación superior chilena, destacando que contar con un sistema mixto ha permitido aumentar la cobertura, el acceso y la inclusión de jóvenes de sectores más desfavorecidos.

Aporte de las universidades privadas

Asimismo, tanto Aylwin como Beyer cuestionaron las medidas que está llevando adelante el Gobierno en materia de educación superior, especialmente en lo que respecta a la implementación de la gratuidad para el año 2016.

Mariana Aylwin señaló que:

“siempre fui contraria a que la gratuidad se discutiera en una glosa presupuestaria. Creo que la gratuidad implica un cambio del sistema de financiamiento de la educación superior y requiere precisiones muy complejas que no se pueden hacer en dos meses en una discusión de un presupuesto”.

En esa línea, la ex secretaria de Estado agregó que “me parece que es un mal acuerdo, que al final lo que hace es facilitar la discrecionalidad de entrega de recursos públicos al sistema de educación superior. Hay intereses corporativos que prevalecieron en esta discusión. No veo ningún aspecto positivo de lo que se acordó”.

Además, Aylwin se refirió a cómo afectará a los estudiantes que elijan instituciones fuera de la gratuidad, señalando que:

“hay una discriminación evidente y por eso debió haberse empezado de una manera distinta, pero la Presidenta comprometió algo el 21 de mayo y no fue capaz, ni ella ni el Gobierno, de darse cuenta que comprometieron algo que estaba ‘verde’. De alguna forma, ha habido mucha frivolidad en la manera en que se ha discutido un tema tan complejo”.

Por último, la directora ejecutiva de Corporación Aprender se mostró pesimista respecto del futuro de la educación superior.

“Yo creo que estamos frente a un problema serio y soy súper escéptica de cómo se va a resolver. Aquí se crearon las bases del sistema nuevo y es muy difícil después volver atrás. Podrá discutirse una ley, y me parece que eso es lo que hay que hacer, pero lo que se estableció en esta glosa me temo que no sea reversible”, concluyó.

Ex ministro de Educación Harald Beyer

Por su parte, el ex ministro Harald Beyer indicó que:

“lo primero era cambiar el marco regulatorio, de forma tal de que todas las instituciones pudieran adaptarse a las nuevas exigencias; habríamos diseñado un cronograma y calculado cuánto cuesta esto. Luego, una vez que uno tiene el marco regulatorio, mucho más definido y con reglas precisas, se podría discutir cuáles son las exigencias y las instituciones elegibles, y desde ahí haber planificado en un plazo razonable cómo avanzamos a la gratuidad. Pero nada de eso se ha hecho”, afirmó.

Finalmente, el director del Centro de Estudios Públicos coincidió con Mariana Aylwin en que la situación que enfrenta la educación superior chilena es compleja.

“No tenemos un camino y tenemos un debate tremendamente complejo que no sabemos cómo abordar. Hay razones ideológicas pero también falta de estudio, de realismo y de mirar la experiencia internacional; hay una conjunción de factores que hacen que estemos en un camino que es muy complejo para el país”, cerró.