Sobre bienestar animal expuso Jefe de carrera de Medicina Veterinaria UST Viña del Mar en Ecuador

Gonzalo Chávez fue invitado a participar en el “Primer Encuentro Internacional de Etología Clínica y Terapia Asistida con Perros” que se desarrolló en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Gonzalo Chávez, jefe de carrera de Medicina Veterinaria de UST Viña del Mar, viajó a Ecuador para participar como expositor en el “Primer Encuentro Internacional de Etología Clínica y Terapia Asistida con Perros” que se desarrolló en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Este evento fue organizado de manera conjunta por la mencionada casa de estudios y el Centro de Canoterapia Ecuador CENTCANO S.A, grupo que reúne a distintos profesionales que trabajan con perros de asistencia para niños con autismo.

“Querían que les hiciera charlas y actividades prácticas relacionadas con la evaluación del bienestar de perros de trabajo, que es un tema que ellos aún no han desarrollado y que es súper necesario porque esos perros desde el punto conductual deben estar muy bien tenidos para que rindan en el trabajo para el que fueron entrenados”, explica el docente.

Chávez recalca que es indispensable preocuparse de las necesidades conductuales de los perros de trabajo “para que exista menos riesgo de tener problemas de agresividad, ansiedad, frustración o aburrimiento. Pasa lo mismo que en los humanos, uno puede trabajar, pero no las 24 horas del día. Como los perros de trabajo son muy eficientes, muchas veces se comete el error de hacerlos trabajar más de lo que toleran”.

Charlas y prácticas en Ecuador

Considerando que la etología está muy poco desarrollada en Ecuador, la misión del académico de UST Viña del Mar fue ofrecer charlas y trabajos prácticos a la audiencia compuesta por estudiantes y profesionales de diversas disciplinas, desde la Medicina Veterinaria a la Psicología y la Fisioterapia.

La idea era que supieran en qué fijarse para reconocer cuando el perro está cansado y no quiere seguir trabajando. Son señales muy sutiles, como desviar la mirada, cambiar ritmo de respiración o arañar el suelo. Si no tomas atención, los efectos pueden ser que el perro empiece a destruir su cama, su plato, el canil o incluso que se automutile a través de lamidos excesivos”, enumera.

Gonzalo Chávez, jefe de carrera Medicina Veterinaria UST Viña del Mar, durante sus exposiciones en Ecuador.

Gonzalo Chávez durante sus exposiciones en Ecuador.

Libros de etología clínica

En su participación en el encuentro desarrollado en Guayaquil, el jefe de carrera de Medicina Veterinaria aprovechó de difundir los dos libros que ha editado hasta el momento, sobre etología clínica veterinaria del perro y  otro sobre etología del gato.

“Si bien en el libro dedicado a los perros no hay un artículo particularmente enfocado en el trabajo con niños con autismo, sí los hay sobre evaluación del bienestar y formas de enriquecimiento del bienestar. Los perros que trabajan con niños con autismo tienen un perfil distinto, entrenamientos distintos, pero la forma de vincularse con ellos y las variables que uno evalúa son las mismas, aunque no ponderan igual”, dice.

Chávez explica que para estos perros “muchas veces su trabajo es estar quietos, tolerar la manipulación, los movimientos bruscos, que les tiren la cola o las orejas, porque para estos niños a veces es difícil controlar los impulsos y tienen movimientos muy impredecibles. Entonces los perros deben tolerar y no responder. Por eso mismo hay que estar tan atentos a las señales que nos dan, porque eso puede marcar la diferencia entre que respondan con un ladrido o sigan tranquilos”.