Tomasinos de Ovalle participaron en jornada de autoevaluación con miras a la acreditación institucional

Un grupo de 45 estudiantes del IP-CFT Santo Tomás Ovalle junto a  autoridades académicas se dedicaron a realizar una autoevaluación del establecimiento de educación superior en sus distintos aspectos, con el propósito de establecer cuáles son sus fortalezas y cuáles son sus debilidades, de modo de realizar un mejoramiento permanente de la institución.

La jornada de autoevaluación  fue establecida por la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad, y se enmarca dentro del proceso de acreditación institucional. Una actividad organizada por la DAE y que fue  liderada por el rector  de la sede Ovallina,  Héctor López, y que contó con la activa participación de estudiantes de las jornadas diurna y vespertina, además de delegados de carreras.

Las áreas que fueron analizadas por los estudiantes fueron el Centro de Aprendizaje, el trabajo de los docentes, la infraestructura, las áreas recreativas, la biblioteca,  los recursos tecnológicos e informáticos y el servicio de apoyo no académico de la casa de estudios.

La metodología de trabajo empleada buscaba que los estudiantes pudieran entregar su opinión libremente sobre cada uno de estos elementos, exponiendo sus falencias y sus virtudes, además de los desafíos que ellos estiman que la institución debe cumplir, de manera de mejorar constantemente su funcionamiento.

Acreditación institucional

El rector de la sede Ovalle, Héctor López se refirió a la importancia de esta jornada para el nuevo proceso de reacreditación institucional, haciendo énfasis en el hecho de que hoy el establecimiento de educación superior “ha asumido la acreditación como un proceso cotidiano, ya no es un proceso que se enmarque dentro de una situación emergente o especial, forma parte de nuestra autorregulación institucional”.

En este sentido, el directivo comentó que “la acreditación mide hasta qué punto la institución se mira a sí misma y va  actualizándose y creciendo en función de lo que está haciendo y declarando como calidad. Nosotros estamos creciendo con la información que nos entrega la comunidad, estudiantes, docentes, egresados, titulados, empleadores, que son actores relevantes en nuestro proceso”.

Activa participación de estudiantes

Los estudiantes que se sumaron a este espacio de reflexión participaron de forma activa y entusiasta, al mismo tiempo que valoraron la posibilidad de entregar sus opiniones a las autoridades, en un marco de respeto y con total libertad.

Para Nayaret Olavarría, alumna de Técnico en Trabajo Social fue positivo que “todos supieron decir las cosas con palabras muy sencillas, pero muy claras a la vez. Se pudieron abrir ventanas a muchas problemáticas que a veces no se trabajan,  las autoridades pudieron dar esta escucha y decir que si las han notado y que saben que hay que hacer cambios”.

La joven destacó además que “fue muy importante haber participado, porque así como alumnado nos sentimos más parte de la institución y tomamos el valor necesario que debemos tener, nos sirve mucho para nuestra formación y para poder crecer como personas y como institución”.

En tanto,  su compañero Carlos Cortés, señaló que a él le “pareció bastante interesante, porque mediante esta actividad podemos traer mejoras para nuestros estudios, no sólo en la clase misma, sino que también en la biblioteca u otros espacios. Me parece muy bueno que se consideren las opiniones de los estudiantes, porque así se puede traer lo que los estudiantes necesitan”.

Por su parte, Héctor López, dijo que “este tipo de actividades son siempre exitosas, a los estudiantes los vemos cada vez más empoderados, más claros en su percepciones y lo que me llamó mucho la atención es que ellos hoy entregaron soluciones, no solamente hicieron un análisis, una crítica, sino que también propusieron soluciones a esas críticas”.

Desafíos futuros

Al finalizar la jornada los alumnos expusieron sus conclusiones, las mismas que fueron recepcionadas por el Consejo Directivo con el propósito de buscar soluciones e implementar los cambios necesarios con el fin de mejorar de forma permanente la institución.

Entre las conclusiones  los jóvenes no solo se remitieron a destacar las virtudes o debilidades de la institución, sino que también reflexionaron sobre cuál es su responsabilidad al momento de potenciar unas o de aminorar otras.Una actitud que el rector López valoró diciendo que

“me gustó mucho que los estudiantes se responsabilizaran también de sus actos,  yo creo que eso hace que  esta institución fluya, que tenga ese sentido especial.  Uno va mirando y va sacando conclusiones que frente a una crítica que corresponde a la dirección, también hay una autocrítica que corresponde a ellos, esta complementariedad hace que el desafío sea mucho más entretenido, mucho más enriquecedor, más grato de cumplir”.